Lo que en principio pueda parecer un titular muy apocalíptico, día a día va tomando forma y se confirma como una nueva realidad en la que más pronto que tarde, va conformando un nuevo sistema, en el que los más creativos y avanzados ya están plenamente inmersos gestionado con éxito equipos y operativa, con el fin de ser más productivos para atender mejor al cliente, ampliar su carta de servicios… Existen mil posibilidades, todas interconectadas y a la merced del buen uso de la tecnología, pero la cosa va mucho más allá.

No se puede negar la realidad. La pandemia nos dejó 99 días encerrados, pero más conectados que nunca y entramos de lleno en una nueva era en la que ha cambiado nuestra forma de trabajar, consumir, pensar e incluso liderar. Y por supuesto de viajar. El cliente está tomado el control.

Asistimos a una combinación donde el individuo, el yo, toma más conciencia que nunca de sí mismo y la transformación digital es la herramienta para acercarle al nosotros, a la comunidad, a la empresa y, por supuesto, al destino, a Mallorca. La archimentada transformación digital es sin duda nuestra gran aliada y juega a nuestro favor, pero no solo es el vehículo, también es el recorrido que, impulsado por la formación como fuente de energía, nos capacita más y mejor, elevándonos como personas y profesionales.

Entramos en una nueva dimensión a la que no debemos tener miedo, lo desconocido nos puede generar tensión y ansiedad, pero peor será quedarse atrás, ser irrelevantes. No tiene que ver con el tamaño de una empresa o proyecto, sino con la capacidad de entender dónde quiero, cómo quiero y con quién quiero hacerlo.

Lógicamente el trato humano siempre estará por encima, necesitamos vernos, estar juntos, conocernos. No se trata de un debate demagógico, ni de un duelo, sino de encontrar el equilibrio a través de las herramientas digitales que reducen la farragosa carga administrativa y nos liberan de cuestiones de mera operativa para enfocarnos en lo que realmente aporta valor, como personas, profesionales, compañías y destinos, definitivamente estamos evolucionado.

Aterrizando en nuestro sector es una cuestión que afecta a los turistas, pero también a nosotros como ciudadanos. Como he destacado en múltiples ocasiones, hoy conviven distintos modelos de viaje, ninguno mejor que el otro, pero en todos prevalece que el cliente elige, manda.

A través de nuestros dispositivos tenemos toda la información, antes, durante y después. Por lo tanto, la experiencia debe de ser transversal, sin fricciones y la ausencia de gestión por parte de los servicios públicos y administraciones se manifiesta a la mínima. No se puede esconder.

Así como en las empresas han cambiado la forma de trabajar, con departamentos interconectados y centrados en la circularidad. Un paso adelante sin retorno que consiste en poner el foco en cómo lo hacemos, para transitar del más a mejor.

Por supuesto, con todo este «cómo» certificado, medido y analizado para actuar a corto, medio y largo plazo. Pero no solo porque la normativa lo exija, sino porque nos adelantamos y sabemos hacia dónde queremos ir.

La pandemia aceleró procesos que muchas compañías del sector hotelero de Mallorca ya estaban trabajando y que ahora no se ponen en duda y han sido aceptados por todos, incluso hasta el punto de ser recogidos en la normativa. Sin duda fue una decisión, además de pionera, valiente, avalada por el background y visión estratégica que ha reforzado el posicionamiento de Mallorca a nivel internacional.
Este modo de actuar también está al alcance de las administraciones, posibilitando la mejora de la gestión y sofisticación de los servicios públicos, hay múltiples ejemplos: acceso a la vivienda, gestión de residuos, aguas residuales, recursos hídricos, flujos de tráficos y movilidad, etc.

Mallorca es un auténtico ecosistema digital donde conviven dos realidades, la opinión pública y la publicada. No aprovechar estas oportunidades nos perjudica como ciudadanos, pero, en vez de buscar soluciones, se juega a la confusión. Sino podemos convencerlos, por lo menos confundámoslos.
El acceso a la vivienda ya es un problema estructural agravado por un aumento de la población del 40% en los últimos 20 años y un incremento del alquiler turístico, sin contar con el ilegal, del 187% en la última década. También por la ausencia de renovación urbana, una fórmula utilizada por toda Europa y múltiples ciudades españolas para humanizar ciudades y crear nuevos barrios en zonas degradadas.
Si queremos contar en nuestros equipos con los mejores profesionales y que el talento transite del más a mejor, los hoteleros con soluciones habitacionales a su alcance no han dudado en ofrecérselas a sus equipos. Pero ¿qué pasa con los empleados públicos de la justicia, sanidad, seguridad, educación etc.?

Es complicado, pero no imposible, más colaboración público-privada y escuchar a los que lo han hecho previamente porque las ciudades y los destinos, al igual que las empresas y personas, tienen nuevas necesidades.

La nueva era supone otra forma de comunicarse, trabajar y vivir. Lo abarca todo y en este sentido, desde la FEHM hemos reforzado sinergias con colectivos y entidades con las que ya veníamos colaborando en el plano social, como Sonrisa Médica.

A través las actividades realizadas conjuntamente por sus equipos y clientes, un centenar de hoteles FEHM han aportado 171.000 euros para mejorar y hacer más llevaderas las prolongadas estancias hospitalarias de niños en diversos centros sanitarios públicos.

Para responder al vacío formativo que nos encontramos tras empoderar los equipos de mantenimiento derivados de la reforma hotelera, hace cinco años, junto a Asima y Biolínea, fundamos Hotecma, Escuela Técnica de Mantenimiento de Instalaciones Hoteleras. En las cuatro ediciones del curso avanzado hemos capacitado a 100 directores, no solo en avances técnicos, también en liderazgo y trabajo en equipo y también hemos reincorporado a la Formación Dual más de 200 chavales que habían abandonado sus estudios. ¿Qué hay más circular que esto? A través de esta modalidad, que combina formación en Hotecma y estancias en hoteles, obtienen una salida laboral con proyección de futuro.
En definitiva, que las empresas hoteleras se doten de equipamientos de vanguardia es una realidad fruto de la iniciativa privada-privada consecuencia de la transformación de la planta hotelera emprendida hace una década.

Ahora esa vanguardia se extiende a toda la plantilla, pero acorde con los nuevos tiempos, ofreciendo una formación online que concilia y mucho más especializada, impartida por profesionales de éxito en los idiomas que haga falta y con todos los recursos disponibles, hasta con avatares.

Un equipo motivado está mucho más preparado para afrontar los desafíos que tememos por delante y estoy especialmente orgullosa de haberlo hecho de la mano de Schôolers. La FEHM ha sido la primera patronal hotelera nacional en poner en marcha un programa de transformación digital para todos sus asociados completamente becado que nos ha permitido sumergirnos en el solvente y prestigioso ecosistema digital existente en Mallorca.

Hemos compartido cinco sesiones presenciales de éxito y paralelamente ofrecido un completo programa online destinado a trabajadores compuesto por doce módulos que abordan los pilares fundamentales de la actividad hotelera y los profundos cambios en los que está inmersa de una manera muy dinámica, intuitiva y accesible.

Para terminar, no quiero obviar la alianza con Enovam, partner energético para acompañar a las empresas en la gestión energética de sus establecimientos y ayudarles a reducir los costes derivados de una factura disparada que ha aumentado un 250% en los último cuatro años. La energía, al igual que los residuos, se han convertido en un factor estratégico para las empresas con un peso decisivo en la cuenta de explotación. Además, con Deixalles también trabajamos para transformar los residuos en recursos.

No quiero despedirme sin aprovechar la ocasión para comentar que España asume este año, durante el segundo semestre, la presidencia de la UE. Una oportunidad para demostrar al mundo entero que España, y especialmente las Illes Balears, somos focos de innovación turística a todos los niveles centrados en la evolución de nuestro modelo turístico para lograr un mejor equilibrio social, medioambiental y económico. Somos los que más sabemos de turismo y con mucho esfuerzo los que estamos liderando la transformación de esta actividad importantísima económica.l