La incertidumbre impregna lo cotidiano, también las propias actividades económicas. Así tras la pandemia han sido muchos los empresarios y empleados que han experimentado preocupaciones, falta de información o información inexacta para la toma de decisiones generando malestar ¿Cómo ira todo esto? ¿Cómo se comportarán los consumidores? Pero también dudas sobre suministros, precios, tiempos de entrega y envíos. ¿Se han cumplido las expectativas? Probablemente sí, aunque con un alto coste personal.

«El comportamiento humano está limitado por la existencia de un conocimiento parcial e incierto del mundo en el que se actúa» (Martín,1994). Funcionamos con información y conocimientos que deben ser suficientes, novedosos y acertados. Necesitamos un cierto grado de control proporcionando seguridad y confort. Si la información es incierta, ambigua o escasa puede generar incertidumbre. Se ha estudiado este concepto de incertidumbre y su relación con la formación de expectativas para analizar la oferta, la demanda y el funcionamiento del mercado. Incertidumbre implica ausencia de información sobre los acontecimientos. Desde las teorías económicas el concepto puede adoptar diferentes formas: incertidumbre de mercado (variables endógenas del sistema económico), y la tecnológica o de sucesos (variables exógenas al sistema). Estas últimas traducidas en disponibilidad de recursos, oportunidad de producción tecnológica o políticas públicas. Incertidumbre se relaciona con cambios. La búsqueda de información para contrarrestarla pasa por una actitud activa de los agentes implicados. Actitud relacionada con el movimiento hacia…. un objetivo concreto, una meta, que precisa habilidades comunicativas, de liderazgo, apoyo y optimismo. El empresario emprendedor debe ser innovador y dinámico. Debe recopilar información y buscar nuevos conocimientos y horizontes (Teoría de la búsqueda). Por otro lado, el consumidor busca, compara y compra. Para ello, recaban datos y compara para obtener un beneficio (beneficio de la búsqueda). Un elemento a tener en cuenta es el tiempo invertido en la búsqueda (coste). Para ello, la publicidad es una fuente de mejora de la situación, una inversión con premio. Se precisa innovar, crear y adaptarse continuamente a las necesidades y demandas. Asumir riesgos y enfrentarse a desafíos. La empresa es un riesgo continuo y forma parte de las claves de la función empresarial.

Desde el punto de vista económico, la teoría de las expectativas implica el estudio de cómo los agentes hacen frente a la información imperfecta sobre acontecimientos futuros y, a partir de ellas, toman decisiones (Martín, 1994). Se relacionan las expectativas con el sentimiento de esperanza que experimentan las personas ante la posibilidad de poder lograr un objetivo o cualquier tipo de logro en su vida. Las expectativas pueden ser de resultados, determinando la conducta humana cuando el sujeto es capaz de juzgar de llevar a cabo dicha conducta. Así puede influir la autoeficacia percibida (creencia que la persona tiene sobre sus capacidades para desempeñar acciones para conseguir resultados deseados), la autoconfianza y la autoestima (capacidad de valía de uno mismo). Estas variables, muy relacionadas con nuestros pensamientos, con cómo nos percibimos a nosotros mismos (útil y eficaz), van a condicionar nuestra forma de emprender, de innovar y de exponernos al resto. La información es un bien preciado, es poder, pero también lo es el conocimiento sobre las necesidades propias y del entorno. No olvide la ilusión, la motivación hacia la tarea, unas expectativas realistas y ajustadas a metas alcanzables a corto plazo y revisables. La autoconfianza le ofrecerá seguridad. La autoestima que oscila continuamente en nuestras vidas debe poder atender de manera positiva a esta valoración realista que haga usted de sus propios éxitos. No olvide centrarse en ellos y atribúyaselos a sus propias capacidades.