El 2022 fue un año complejo, influenciado por los efectos y la dinámica de los años 2020 y 2021. Empezamos de manera cautelosa, con mucha incertidumbre, pero con valentía, ilusión y esperanza. No sabíamos si el covid volvería a repetirse, todavía debíamos usar mascarillas, desconocíamos si las personas querrían volver a viajar o el miedo las paralizaría y se quedarían en casa.

Comenzamos la temporada con una tímida ocupación y cerramos con buenos resultados en línea con el 2019. Incluso la meteorología nos acompañó, al igual que las estancias hasta final de temporada.
Parece ser que la volatilidad había venido para quedarse y no había tendencias claras, pero lo que podíamos asegurar es que las personas seguían teniendo ganas de viajar. El modelo de sol y playa seguía siendo el gran demandado, sin embrago los clientes también buscaban adicionalmente experiencias más allá del resort. Se demandaba vivir unas vacaciones más auténticas, en contacto con la naturaleza, la gente local, y, sobre todo, la sostenibilidad que había ganado un importante rol. Es lo que llamamos experiencia global, los clientes esperan que su experiencia sea excelente desde el momento de la reserva del vuelo hasta la vuelta a casa.

En este 2022, la seguridad en el destino, la oferta complementaria, los servicios de transporte como avión, taxis, traslados, aeropuertos, las excursiones, fueron aspectos relevantes en la elección del cliente.

Garden Hotels, anticipándose a estas preferencias, diseñó «Garden Experience», un programa completo de vivencias que acompañaría al cliente en todo el trascurso de su viaje. Un programa donde se combinaron actividades para hacer sentir al cliente especial y único, sorprendiéndolo, teniendo como valor trasversal la sostenibilidad, acercándolo al entorno más próximo y a los productos km 0.
Se apuntaron varias tendencias en los comportamientos del cliente, como las reservas con mayor antelación, no aprovechando los descuentos de última hora, las estancias más cortas, realizando varias salidas en el mismo año, lo que redujo la información para las empresas, dificultando su planificación. Como factor positivo en la combinación de estas tendencias de reservas, los canales de venta directa han salido muy reforzados, consolidando la ocupación y los precios.

Los clientes querían vivir y disfrutar de sus vacaciones al máximo, especialmente después de haber perdido dos años de viajes debido a la pandemia. Ahora más que nunca, las vacaciones se han convertido en una necesidad de primer orden.

Otro de los efectos pospandemia que dificultaron las operativas en el sector hotelero fue la falta de personal y la retención de talento en nuestra industria. Muchos trabajadores regresaron a sus lugares de origen sin volver a las islas para la temporada turística. Otros prefirieron aprovechar las ayudas, tener menos ingresos y disfrutar de más tiempo libre.

Es una obligación de nuestra sociedad y de nuestros políticos reflexionar sobre de qué forma se distribuyen las ayudas económicas. Habrá que pensar en medidas que fomenten la empleabilidad, formación y capacitación en el sector y que no perpetúen la situación actual en la que las empresas no pueden encontrar trabajadores debido al efecto de las mismas, aun habiendo más de tres millones de parados en las estadísticas oficiales cobrando un subsidio por desempleo.

El aumento de los precios de la energía y la escasez de materias primas con sus grandes problemas logísticos, presentaron desafíos significativos, provocando que los costes fueran muchísimo más altos y los márgenes se vieran considerablemente erosionados.

En conclusión, el 2022 fue un año de recuperación para el sector turístico, retomamos muchos planes y proyectos que en 2020 y 2021 tuvimos que dejar en stand by. Nuestros clientes volvieron con un nuevo customer journey. Toda la cadena de valor que envuelve el sector turístico fue muy resiliente y se adaptó veloz y valientemente a todas esas nuevas realidades y cambios, que parece que se van a quedar, para que nuestro cliente goce de esta experiencia global con los nuevos valores de sostenibilidad y seguridad.l