Margalida Ginard, Margalida Tur, Francesca Marí y Mariana Frauca (de izquierda a derecha) han investigado durante meses los archivos del periódico, desde el primer número hasta el último, para organizar los monográficos de la Part Forana | Teresa Ayuga

Ha sido una labor titánica, de meses, que les ha llevado a sumergirse en 125 años de papel de periódico. Un equipo de Ultima Hora ha buceado en el archivo del diario y, página a página, ha recogido las noticias más significativas de la hemeroteca. Desde las portadas más destacadas a las curiosidades escondidas a final de página: nada se ha escapado de los ojos escrutadores de este equipo que lleva meses con lupa en ristre. Y todo este trabajo empezará a ver la luz en breve.

«No es un trabajo histórico: es una recopilación periodística», aclara la periodista Francesca Marí, integrante del equipo, que completan la historiadora Margalida Tur y las estudiantes de Filología Margalida Ginard y Mariana Frauca.

Las noticias publicadas en este diario son una radiografía de la época. Para la búsqueda de las informaciones del periódico se ha recurrido a la ayuda de algunos historiadores y archiveros municipales que han aportado fechas y datos históricos claves. En aquel entonces este rotativo publicaba las bajas diarias de la viruela o la gripe en cada pueblo (1918), o la incipiente regulación del tráfico con la llegada de los primeros coches (1924).

En los inicios del periódico, «las noticias de la Part Forana son proporcionadas por la Guardia Civil, por lo que abundan los sucesos como robos o asesinatos. Es lo que cuenta el gobernador civil a los periodistas, que tiene el reporte de la Benemérita en los pueblos», cuenta Marí.

Tranquilidad informativa

Sus noticias, pero también la carencia de ellas, reflejan la dificultosa comunicación de la época. «Hay hechos muy importantes que han sucedido en ciertos municipios pero que no han sido publicados. Por ejemplo, en junio de 1925 Consell se independizó de Alaró», advierte Marí.

Había pueblos muy tranquilos y «la llegada del telégrafo provoca que haya más información». Si Estellencs, Banyalbufar o Ariany, entre otros, dan muestras de placidez informativa, otras localidades son pura efervescencia: Sóller, Inca, Pollença o Manacor, por ejemplo, son muy prolíficos en cuanto a noticias.

Portadas antiguas de Ultima Hora

Los años de la Guerra Civil han sido examinados con más detenimiento aún si cabe, una época en la que había pocas noticias locales salvo los partes de guerra y las bajas en el frente. La Última Hora publica algunos de los consejos de guerra durante la contienda civil, como el que hacía referencia al alcalde de Palma Emili Darder (24 de febrero de 1937): «Esta mañana ha sido cumplida la sentencia recaída en las personas de don Alejandro Jaume, don Antonio María Ques, don Antonio Mateu y don Emilio Darder. A excepción del primero, los demás han solicitado y recibido los auxilios de la religión». Unas líneas que dejan entrever el fusilamiento de los primeros ediles de Palma e Inca.

En los años 40 abundan los teletipos sobre el Caudillo, además de noticias sobre la Iglesia y el fútbol. Las celebraciones marianas ocupan muchas páginas pero apenas hay acontecimientos informativos de la Part Forana. En la década de los 50, La Última Hora sortea la censura con juegos de palabras, como el fallecimiento de Mingo Revulgo (pseudónimo de Pere Capellà). Llegan los 60 y la crítica a la censura informativa es cada vez más abierta.
En los 70, Ultima Hora se muestra muy crítica con el desbarajuste urbanístico que azota Mallorca. Tres días seguidos se informa de la ocupación de la Dragonera o la oposición a las maniobras militares en Cabrera. En los años 80 y 90, los atentados de ETA son noticia cada día.

Toponimia confusa

Las becarias Margalida Ginard y Mariana Frauca, estudiantes de Filología Hispánica que están realizando las prácticas en Ultima Hora, se han topado con hallazgos en el lenguaje usado por los redactores de la época y toponimia confusa: «Felanitx aparece escrito como Felanig o las tres versiones de Llummayor, Llucmayor e, incluso, Lluchmayor», señalan. Se trata de un reflejo de la evolución del lenguaje periodístico a lo largo de estos 125 años y que en esta recopilación informativa se ha mantenido fiel para apreciar el cambio.