Las autoridades, junto con los tres escolares galardonados tras la clausura del acto. | Assumpta Bassa

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Hace casi dos siglos que en Son Servera murieron 1.040 personas debido a la peste que asoló la comarca. Sólo quedaron 768 residentes, que serían los que reconstruyeran socialmente el pueblo. Fue el 1 de febrero de 1821 cuando se levantó el cordón sanitario establecido para evitar que se extendiera la epidemia. Por ello, año tras año, los vecinos rinden un homenaje a la valentía y a la fortaleza de su pueblo. Así, se cumple con la promesa del pueblo serverí de recordar y transmitir de generación en generación los acontecimientos que marcaron la historia del municipio.

El Teatre la Unió acogió los actos institucionales de la festividad de Sant Ignasi. El alcalde, Antoni Servera, recordó los antepasados y alabó su valentía.

Investigación

En el marco de la celebración también se entrega el premio de Investigación «Metge Joan Lliteres», gracias al convenio entre la Conselleria de Salut y el Ajuntament a través del cual se reconoce a las personas o entidades que trabajan para mejorar la salud. Este año fue para Aprop, la asociación comarcal de ayuda a los enfermos de cáncer y sus familias. El presidente, Perfecto Acosta, recogió el galardón con el deseo que «también un día podamos celebrar el final del cáncer». Es un reconocimiento a su lucha constante, por el apoyo social y emocional y por complementar la labor medica.

Los alumnos del instituto de Son Servera participan en el concurso de poesías y gloses «Sant Ignasi 2010» dando de una manera artística la visión que tienen sobre la peste. Los ganadores fueron Xisca Martín, Pere Ginard y Maria Sansó.