Novak Djokovic celebra un punto durante su partido contra Andrey Rublev en Londres. | ANDREW COULDRIDGE

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Con más problemas de los esperados, Novak Djokovic, en su partido número 400 de Grand Slam, se impuso al ruso Andrey Rublev (4-6, 6-1, 6-4 y 6-3) y jugará sus duodécimas semifinales de Wimbledon, en esta ocasión contra el italiano Jannik Sinner.

El de Belgrado llega hasta las 46 semifinales en Grand Slam, sólo a la altura de Roger Federer, al que poco a poco se le van escapando muchos de los récord que atesoraba por la voracidad de un Djokovic que no tiene rival.

Rublev, entrenado por los españoles Fernando Vicente y Beto Martín, preparó la sorpresa en la pista central al llevarse el primer set, pero fue la única concesión de un Djokovic que no quiso el susto del año pasado, cuando en esta misma ronda Sinner se le puso con dos sets de ventaja.

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La respuesta fue un segundo parcial pulcro, con sólo siete puntos perdidos al saque, un 100 % de conversión en bolas de 'break' (2/2) y la locura de solo dos errores no forzados. Djokovic no regaló nada al ruso e impuso un ritmo incapaz de seguir para un tenista cuyo punto fuerte son los intercambios de fondo, disciplina en la que es muy difícil igualar al siete veces campeón.

El serbio subió el nivel y en el tercer set tuvo bola para el 5-2 que hubiera allanado el camino a la victoria. La salvó Rublev tras un largo intercambio y obligó a que, unos minutos después, Djokovic necesitara su saque para ganar el parcial. Con 40-15 lo tenía cerca, pero pocos resultados más traicioneros que ese hay en la central.

Necesitó de cinco puntos de set y salvar tres bolas de 'break' en contra para poner el 2-1 tras un juego agónico y dramático. Fue el último obstáculo para Djokovic, que hizo del tercer set un trámite camino de sus semifinales número doce en el Grand Slam británico; en el que sólo Federer tiene una más.

Djokovic se enfrentará este viernes a Sinner, que derrotó a Roman Safiullin y que ya perdió contra el serbio el año pasado en cuartos de final. El cara a cara favorece a Djokovic, que también le batió en la tierra batida de Montecarlo en 2021. Su racha de victorias en Wimbledon ya es de 33 partidos, a siete de la que consiguió Federer entre 2003 y 2008.