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Bon dia. Se acabó lo que se daba, si bien todo finiquitó tras la final de Copa. El exagerado ínfimo nivel de los tres equipos condenados hacía prever, a pesar de dedicar dos meses a disertar sobre la continuidad o no del míster o sobre si Abdon debería haber jugado algún minuto en la final, que la negligencia al desconectar de lo importante no irrogaría daño alguno en la jerarquía clasificatoria.

Cierto es que aún se puede continuar la tertulia en el bar sobre si se ha salvado la categoría por méritos propios o por deméritos escandalosos de tres equipos sin nivel, pero da igual, la historia no recogerá estas discusiones y ahí estaremos en primera línea sin tener que agradecer nada a nadie.

Insisto, largo, tedioso y muy carnavalero también ha sido el debate sobre si la pizarra del míster ha sido excesivamente conservadora y con ello se ha resentido el espectáculo de goles, o si realmente, la disposición y disciplina táctica ha sido pieza angular para escapar del infierno.

Parece ser que, según lo que Felipe González denominaba la «opinión publicada» (hoy redes sociales), el pulgar ha señalado al suelo y con ello la condena a galeras del míster. No tengo tan claro que la «opinión pública» coincida con la postura censora ya relatada. En cualquier caso, a Dios gracias, la polémica ha quedado zanjada y la planta noble ha mostrado su veredicto. Como ya exclamó el Duque de Uzès tras la muerte del Rey Francés Carlos VI en 1422 y el acceso al trono francés de su hijo Carlos VII: «Le roi est mort, vive le roi!».

Bienvenido pues Sr. Arrasate (eso adelantan medios rigurosos). Un míster serio, trabajador, con un curriculum impecable, especialmente en su trayectoria al frente del equipo navarro y desde luego no se le conocen «ataques de entrenador» (a nuestro exmíster tampoco). Eso sí, ardo en deseos de conocer sus peticiones a la dirección deportiva especialmente en las nuevas incorporaciones. Ya he puesto mi balancín a la sombra a la espera de las caras nuevas. No quiero ni por un momento pensar que se le ocurra solicitar perfiles de proyección atacante. Aquí se lía gorda. Hemos decapitado un rey por no jugar al ataque con la plantilla que le han confeccionado (aparte del anodino refuerzo serbio invernal), y resulta que a toro pasado se admite la anemia de efectivos para invadir el campo del rival.

En fin, termino ya, solo queda dar la bienvenida al nuevo monarca y siguiendo la tradición monárquica exclamar a viva voz ¡Larga vida al rey!.

Hasta otro día.

PD: Según noticias parece ser que el equipo revelación de la «primera vuelta» no confía en el míster cuyo modelo anhela nuestra opinión publicada. Creo que si deciden apostar por un nuevo perfil, en aras a una mayor garantía de permanencia., igual contactan con quién Vd. ya se imagina.