Vedat Muriqi y Cyle Larin presionan a la defensa del Valencia durante la última visita del Mallorca a Mestalla. | JM FERNANDEZ

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Situado en su atalaya, todavía lejos del descenso, el Real Mallorca se va secando peligrosamente. Se ha quedado sin veneno que inocular a sus rivales la escuadra de Javier Aguirre, que en las 31 jornadas archivadas hasta el momento solo ha marcado 25 goles. Un registro de los más discretos de la Primera División actual y uno de los más flojos de toda su historia a estas mismas alturas del calendario.

Acostumbrado a optimizar al máximo sus goles, el Mallorca ha ido acusando su falta de puntería con el paso de las jornadas. Metido ya en la recta de meta del campeonato, lleva los mismos tantos que el Rayo Vallecano y por debajo de bermellones y franjirrojos, que promedian 0,8 dianas por encuentro, solo está el Cádiz (21), que a su vez es el equipo que marca la entrada al pozo. Si tomamos como referencia la temporada pasada, en este mismo punto del campeonato los baleares circulaban con nueve puntos (40) y cinco goles más (30) dentro de la mochila.

Las cifras anotadoras del Mallorca son aún más débiles en un contexto global. Ampliando el objetivo en las estadísticas históricas del club en la máxima categoría solo hay una temporada con el mismo acierto dentro del área rival (1983-84) y otra con menos, aunque lo más destacado es que en ambos casos el equipo acabó descendiendo. La peor marca sigue siendo la del curso 1991-92, en la que con los mismos tantos encajados que ahora solo había marcado 18.

Javier Aguirre asumía la responsabilidad de la crisis del gol —solo ha marcado uno en las cuatro últimas jornadas— después del partido contra el Real Madrid y se ha esforzado en quitarle presión a los artificieros que tiene en el vestuario, aunque la verdad es que los números y el grado de acierto de cada uno de ellos está por debajo de lo esperado. Los tres últimos tantos que ha conseguido el Mallorca en la Liga ha sido obra de defensas (Nastasic frente al Alavés, Copete ante el Girona y Raíllo contra el Granada) y el anterior lo acuñó un centrocampista (Antonio Sánchez a la Real Sociedad). El último gol que ha facturado un nueve lo celebró Muriqi el 11 de febrero.

Entre el Pirata, Cyle Larin y Abdón Prats, los tres grandes especialistas del Mallorca, han marcado una docena de tantos, casi la mitad de los que acumula la escuadra de Aguirre. Y lo peor es que están ya muy espaciados. El canadiense marca un gol cada 758 minutos de juego, el kosovar uno cada 373 minutos y el mallorquín, que es el que más partido le saca al tiempo que pasa sobre el campo, uno cada 205.

El Mallorca, ajeno aún al fuego de la zona roja pero expuesto a caer en las brasas, medirá su depresión anotadora en Sevilla y Cádiz. Su puntería, pero sobre todo la salvación, están en juego.