Javier Aguirre, en un entrenamiento del Real Mallorca en Son Bibiloni. | RCDM

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El Real Mallorca se ha tomado un descanso estos dos días después de las emociones de la final de Copa y del encuentro contra el Real Madrid. El miércoles pondrá de nuevo el punto de mira en el choque del lunes 22 de abril ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán.

Un partido que adquiere una importancia capital porque es el primero de los dos lejos de casa que jugará el Mallorca de forma consecutiva y el Cádiz, a seis puntos, sigue siendo un amenaza real para los bermellones. Por el momento el conjunto dirigido por Mauricio Pellegrino continúa en el dique seco y las victorias no llegan y cada semana resta menos para que finalice la temporada. Sin embargo, el hecho de afrontar ahora dos partidos fuera ante Sevilla y contra el Cádiz en el Mirandilla, hacen que esta fase de la temporada con dos partidos a domicilio se presuma fundamental de cara a acercarse al final con cierta calma.

Estos próximos seis puntos en juego van precisamente a definir el futuro del Mallorca en el último mes de competición. El Sevilla por su parte sabe que ganando al Mallorca tendrá la salvación prácticamente sellada tal y como se está desarrollando la competición.

Al margen de Granada y Almería, que ya están prácticamente descendidos, ambos equipos tienen partidos con los rivales directos que luchan por evitar la antepenúltima posición por lo que su papel de jueces de la competición será importante.

El final de temporada se presenta apasionante y el Mallorca quiere hacerlo más liviano con un triunfo el próximo lunes en el siempre difícil estadio del Sánchez Pizjuán.