Dani Martín celebra el gol de la victoria del Betis en la final de la Copa del Rey de 2005 tras marcar en la prórroga ante Osasuna el 11 de junio de 2005 en el Vicente Calderón, en Madrid. | Efe

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La final de la Copa del Rey de este sábado 6 de abril en el estadio de La Cartuja es el partido más importante de sus carreras para la mayoría de integrantes de la plantilla del Real Mallorca, que cuenta con muy pocos efectivos que sepan lo que es estar en el encuentro por el título del torneo del KO. Javier Aguirre tiene experiencia en un envite de estas características, pero también un mal recuerdo de la oportunidad que le amargó un exjugador del Atlético Baleares en la edición de la temporada 2004-05.

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Javier Aguirre guió a Osasuna a su primera final de la Copa del Rey -el conjunto rojillo es el vigente subcampeón del torneo tras caer ante el Real Madrid el año pasado-, pero se quedó con la miel en los labios al caer en la prórroga por 2-1. Fue el 11 de junio de 2005 en el Vicente Calderón cuando el equipo navarro se citó con el Real Betis por entonces dirigido por el mallorquín Llorenç Serra Ferrer en busca de la gloria. El brasileño Oliveira abrió el marcador en el minuto 74 y el australiano John Aloisi en el 82 alimentó las esperanzas pamplonicas al mandar el choque a la prórroga. Fue a pocos minutos de la tanda de penaltis cuando Dani Martín Alexandre culminó una contra con un tiro cruzado que hizo imposible la estirada de Juantxo Elía.

Dani Martín se forjó la leyenda de autor de tantos importantes, ya que firmó el único gol del Betis en la victoria ante el Chelsea en la Liga de Campeones, pero no llegó a consolidarse en el primer equipo verdiblanco tras salir de su cantera. Cádiz, Elche, una vuelta a Heliópolis y el Recreativo de Huelva dieron forma a su recorrido antes de enrolarse en las filas del Atlético Baleares en la temporada 2011-12. Bajo las órdenes de Gustavo Siviero los blanquiazules se alzaron con el título del grupo tercero de Segunda B, pero el punta sevillano siempre estuvo a la sombra de Jesús Perera y del exsevillista Antoñito. Cuatro goles en 29 encuentros como el balearico fue el balance del futbolista que amargó a Javier Aguirre en su primera final de la Copa del Rey.