Javier Aguirre sonríe antes de un entrenamiento del Real Mallorca.

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Lleva más de dos décadas sentado ahí abajo. Debutó como entrenador a los mandos de Club Atlético Osasuna -el único equipo en el que militó como jugador en el fútbol español- en la temporada 2002-03... aquel curso que terminó con el Mallorca proclamándose campeón de la Copa del Rey. Acumula más de 500 partidos oficiales dirigidos en nuestro país, repartidos en seis clubes (Osasuna, Atlético, Zaragoza, Espanyol, Leganés y Mallorca), pero jamás ha conquistado un título en España.

Rozó la gloria en 2005, pero el Betis de Serra Ferrer le apartó de la cumbre con un gol del exbalearico Dani Martín en la prórroga. Ahora, dos años después de sustituir a Luis García Plaza y enderezar el rumbo de aquel Mallorca que se iba de cabeza a Segunda División, Javier Aguirre Onaindia (1958, Ciudad de México) se enfrenta a uno de los mayores retos de su trayectoria deportiva.

Campeón de la Champions League de la Concacaf con el Monterrey (2021); de la Copa de Oro con la selección mexicana (2009) y de Liga con el Pachuca (1999), además de dos títulos con el Al-Wahda de Emiratos Árabes Unidos, el Vasco quiere inaugurar su palmarés en el fútbol español.

730 días después Javier Aguirre celebra su segundo aniversario al frente del Real Mallorca. Con el equipo en plena cuesta abajo -seis derrotas consecutivas- y en descenso a Segunda División a un punto del Cádiz, el club balear optó por la destitución de Luis García Plaza, que unos meses antes había liderado el ascenso a Primera con récord de puntuación (82) y un pulso directo con el Espanyol de Vicente Moreno. Unos días después de perder precisamente ante el conjunto ‘periquito’, la SAD balear anunciaba a Javier Aguirre como el relevo de LGP.

Era el 24 de marzo de 2022. Exactamente dos años después, tras firmar la salvación en la primera campaña y una novena plaza con 50 puntos en la segunda, el preparador mexicano ha logrado clasificar al Mallorca para la cuarta final de la Copa del Rey de toda su historia... su segunda oportunidad para inaugurar su palmarés en España.

No fue un inicio fácil de Aguirre como técnico bermellón. Perdió en Getafe en su estreno, después ganó al Atlético de Madrid (Muriqi de penalti), fue vapuleado en Elche y ganó al Alavés gracias a otro tanto del kosovar. Después llegaron las derrotas ante el Barcelona y un bochorno en Son Moix frente al Granada (2-6) que dejaba al equipo balear prácticamente con los dos pies en Segunda División.

A falta de apenas tres jornadas, el Granada había metido al Mallorca en descenso y tenía una ventaja de dos puntos. Pero ni Aguirre ni los suyos bajaron los brazos a pesar de no depender de sí mismo. Empataron en el Sánchez Pizjuán y ganaron al Rayo Vallecano y Osasuna, mientras que el Granada ganó al Athletic Club y, en las dos últimas jornadas, dobló la rodilla en el feudo del Betis y fue incapaz de ganar al Espanyol, una carambola que mantuvo al Mallorca en Primera.

En la siguiente temporada, el curso pasado, Javier Aguirre supo construir un bloque que acabó la temporada a medio gas, pero que después del Mundial, apoyado en el gran estado de formado del coreano Kang In Lee y del kosovar Vedat Muriqi, pisó el acelerador para acabar noveno y 50 puntos.

Aguirre habló de dar «un paso más» de cara a este curso y la entidad se rascó el bolsillo con los refuerzos de Cyle Larin y Sergi Darder.

La travesía por el torneo de la regularidad no ha sido como se esperaba, pero en la Copa se han superado todas las previsiones. Y el próximo 6 de abril, en La Cartuja, el equipo luchará por su segundo título. Y Aguirre, por inaugurar su palmarés en el fútbol español... y el 30 de junio acaba contrato.