Luis García Plaza, exentrenador del Real Mallorca y técnico del Deportivo Alavés, durante un partido. | R.D.

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Mientras la semifinal de la Copa del Rey va ganando temperatura a lo lejos, al Mallorca le quedan asuntos por resolver antes de volcarse de lleno en la cita del martes en el Reale Arena. El cuadro bermellón, que viene de dar un paso atrás, precisamente contra la Real Sociedad, necesita llenar la hucha de la permanencia y eso le exige puntuar en Vitoria contra el Alavés de Luis García Plaza. El técnico madrileño, arquitecto del último ascenso bermellón en 2021 será quien le ponga el termómetro a los isleños y quien les tome el pulso sobre la hierba de Mendizorroza.

Aunque Imanol, técnico de la Real Sociedad, ya ha reconocido que mira antes al partido del martes que al que tiene este viernes contra el Villarreal, es probable que el Mallorca no pueda permitirse todavía ese lujo. Los resultados de la jornada anterior fueron favorables, pero el hecho de acabarla con las manos vacías no ha permitido al equipo avanzar demasiado en su objetivo. El sábado tendrá delante a un teórico adversario directo y no puede saltarse esta casilla del calendario.

En Mendizorroza, un campo tradicionalmente amable con sus intereses, el Mallorca va a tener un partido complicado de amasar. El Alavés está cimentando su gran temporada en casa y los últimos equipos que le han batido ante su gente han sido el Madrid y el Barça. Una victoria mantendría a raya a los cocodrilos del fondo de la clasificación y le aseguraría el golaverage directo con los bermellones después de aquel empate sin goles de Son Moix durante la primera vuelta del campeonato.

Para Luis García Plaza será el segundo partido contra el Mallorca tras su destitución en 2022. Y lo cierto es que históricamente no se le ha dado nada mal el conjunto balear, ante el que solo ha sufrido dos derrotas en toda su carrera en los banquillos. Una cuando entrenaba al Levante (2010) y otra cuando era técnico del Getafe (2012).

LGP conoce bien al Mallorca, pero el vestuario ha cambiado mucho desde que se fue. De hecho solo quedan cinco futbolistas de aquellos que celebraron el ascenso a Primera a las puertas de un hotel de concentración en Tenerife: Raíllo, Valjent, Dani Rodríguez, Antonio Sánchez y Abdón. El resto de los integrantes de aquel histórico grupo han ido tomando otros caminos. Los últimos han sido Amath, cedido al Valladolid en enero, y Braian Cufré, desvinculado del club y de vuelta al fútbol argentino.