Larin mete al Real Mallorca en los cuartos de la Copa en el último minuto de la prórroga

Javier Aguirre clonó el once de la Copa, el mismo que se paseó por Burgos, con tipos como Darder, Llabrés, Amath o Abdón que tienen en el torneo del K.O. su bálsamo particular. El Mallorca comenzó el duelo con cierto mando, aunque poco a poco se fue diluyendo y acabó a merced de un Tenerife más intenso en los duelos y con más decisión en las áreas. La primera ocasión clara fue local. Una pérdida en la sala de maquinas, un resbalón inoportuno de David López y un mano a mano de Enric Gallego que cruzó en exceso ante Greif.

Después de ese primer susto, Aguirre alzó la voz y sus jugadores despertaron con timidez. Un buen balón a la banda acabó con un centro preciso de Amath desde la derecha y un remate medio de tacón de Abdón Prats que rozó en Sergio y acabó despejando el ‘manacorí’ Tomeu Nadal con apuros a la esquina.

En el ecuador del primer acto, después de cierto dominio territorial del Tenerife y de un par de centros laterales bien solventados por Greif, una transición rápida bien gestionada por Abdón y Darder acabó con un chut tibio de Amath. Pero fue un espejismo. El conjunto de Asier Garitano volvió a dominar campo y balón, bien liderados por la zurda de Álex Corredera. En el Mallorca no aparecía nadie. Nadie repartía las cartas para que Amath, Abdón y Llabrés pudieran participar. Darder deambulaba y Mascarell no daba abasto para contener la hemorragia abierta en la sala de máquinas. Atrás, las dudas de Copete, que se metió en guerras absurdas, contagiaban a sus compañeros y Van der Heyden también estaba perdido como carrilero por la izquierda. Un barullo dentro del área, con un disparo a bocajarro de Sipcic que taponó bien Greif, encendió las calderas de un Heliodoro Rodríguez López que presagiaba el primer tanto. Una amarilla a Aguirre por protestar finiquitó un primer acto de claro color tinerfeño.

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El segundo tiempo arrancó como acabó el primero, con el Tenerife mandando y el Mallorca sin ideas, ni profundidad. Aguirre vio el panorama y a la hora de encuentro modificó la pizarra. Primero hizo un triple cambio (Raíllo, Lato y Dani Rodríguez pisaron el césped por Copete, Van der Heyden y Amath) e instantes después Antonio Sánchez entró por David López para fijar una línea de cuatro atrás y rellenar de talento y trabajo el centro del campo.

El partido entró en una fase de ‘centrocampismo’. Con más prudencia que riesgos. Aguirre volvió a mirar en el banquillo para darle entrada a Larin, sustituto de un Llabrés que apenas generó noticias en el encuentro.

El Tenerife firmó un par de acercamientos que acabaron en las manos de Greif y en el Mallorca apareció Abdón en el minuto 80 para sellar un remate acrobático, tras un buen servicio de Lato desde la izquierda, que salió fuera del marco. Ese intento del ‘artanenc’ propició que el equipo balear adelantara líneas. Un buen corte de Dani Rodríguez acabó en los pies de Larin, pero el internacional canadiense se entretuvo dentro del área y arrojó la ocasión a la basura. El partido se iba a la prórroga.

En la primera parte del tiempo extra hubo más bronca que juego y apenas se generaron ocasiones. Antes de finalizar ese primer acto, Garitano dio entrada al exmallorquinista Ángel.

Abdón, con un lanzamiento de falta directa, probó a Tomeu Nadal en la primera acción de la segunda parte de la prórroga. De nuevo el meta ‘manacorí’ intervino con una parada terminal tras un disparo de empeine de Gio. También lo intentó Luismi Cruz con un disparo al lateral de la red. Los penaltis ya aparecían en el horizonte hasta que apareció Larin. El internacional canadiense recibió una asistencia de cabeza de Gio, controló y batió a Tomeu Nadal para meter al Mallorca en los cuartos de final del torneo.