Clément Grenier, centrocampista del Real Mallorca, durante la última visita del equipo al Camp Nou. | Carlos Gil-Roig

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En los despachos de Son Moix apenas ha habido tregua durante el cambio de temporada. Desde que dejó de rodar el balón, el pasado 4 de junio, las puertas por las que se accede al vestuario de la primera plantilla del Mallorca han estado en todo momento abiertas. Nunca han dejado de detectar movimientos. Con más de la mitad del mercado por cubrir, faltan todavía varias entradas por registrar, pero también algún asunto pendiente por aclarar. En la carpeta que tiene Pablo Ortells sobre la mesa destacan, sobre todo, los de Domink Greif y Clément Grenier. Los dos tienen contrato, aunque su futuro en el club no está ni mucho menos garantizado.

El portero eslovaco, que todavía tiene firmadas otras tres temporadas con el Mallorca (hasta 2026), ya reveló tras jugar en Barcelona el segundo partido de la Liga desde que llegó que pretendía plantearle al club un giro a su situación y, entre sus opciones, no descartaba buscar una salida este mismo verano. Había dejado atrás el infierno de las lesiones, pero la figura de Rajkovic y el espectacular rendimiento del serbio le cerraban por completo las puertas de la titularidad. Además, tenía que jugarse el número dos con Leo Román, una de las grandes apuestas de futuro de la entidad. En esa dirección, el escenario ha cambiado con la cesión al Oviedo del internacional sub’21 español, que ha reducido la nómina de guardametas de Javier Aguirre. En cualquier caso, el Mallorca deberá decidir si ocupa ese hueco con un jugador de la casa o si intenta aprovechar alguna de las oportunidades que ofrezca el mercado. Y si Greif está dispuesto a mantener el rol de esta última campaña, que es muy diferente al que iba a ocupar cuando llegó a Son Moix para relevar a Reina.

En torno a Clément Grenier también hay un manto de dudas. El Mallorca apostó por él hace un año, después de unos meses de examen, y le extendió un contrato hasta 2024. Sin embargo, Javier Aguirre le exigió dar un paso adelante que el francés, a diferencia de Kang In Lee —el otro jugador al que se dirigió expresamente el entrenador mexicano—, fue incapaz de ejecutar en toda la temporada. Solo fue titular en seis ocasiones —la mitad de ellas en las tres primeras jornadas—, estuvo arrinconado en los momentos realmente importantes y superó por muy poco los 700 minutos de juego acumulados. Acabó siendo el último centrocampista del plantel y oculto bajo los interrogantes. La pretemporada podría ser clave para convencer de nuevo al técnico de que tiene sitio. Si no es así, consumirá el verano junto a la rampa de salida.

Mientras tanto, este martes se confirmaba la desvinculación de Jordi Mboula, que ficha por el Hellas Verona de la Serie A italiana. De esta forma, el Mallorca ya ha concretado nueve salidas —Kang In Lee, Galarreta, Nastasic, Leo Román, Kadewere, Ángel, Hadzikadunic y Augustinsson— y dos únicas altas: Omar Mascarell y Toni Lato.