Kang In Lee avanza con el balón ante el peruano Christofer Gonzales, durante el amistoso de este viernes en la ciudad de Busan. | JEON HEON-KYUN

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Con la temporada archivada y los vestuarios del Mallorca cerrados hasta principios de julio, los objetivos de las cámaras siguen buscando a Kang In Lee. Como sucedió en su día con los traspasos de Diego Tristán, Samuel Etoo o Dani Güiza, la salida del surcoreano va a condicionar el verano bermellón y todos los pasos que dé el club a través de las galerías del mercado. A la espera de que se confirme su marcha al PSG y se aclaren las condiciones en las que se concreta, el futbolista de Incheon tiene la llave de casi todo lo que sucederá después en los despachos de Son Moix, que no será poco.

Kang In Lee es de los pocos futbolistas del Mallorca que todavía no se han ido de vacaciones. Además de asentar o reconducir su futuro, el 19 del Mallorca tenía anotados dos compromisos en la agenda de Corea del Sur, donde también ha ido subiendo de peso en los últimos meses tanto por su exposición en el Mundial de Qatar como por sus exhibiciones en los campos de LaLiga. El primero de ellos lo jugó este viernes en Busan contra Perú, acumulando una derrota por la mínima (0-1) y otros noventa minutos en las piernas. El segundo le enfrentará el martes en Daejeon a El Salvador. Y entre amistoso y amistoso, muchas llamadas para perfilar una de las operaciones más importantes de la historia del Mallorca.

El porvenir del mediapunta surcoreano se ha ido orientando poco a poco hacia el fútbol francés cuando hace unos meses todo indicaba que se marcharía a la Premier League inglesa, la más poderosa del mundo desde el punto de vista económico. En el PSG, que este verano parece apostar por un perfil distinto de futbolistas a la hora de alimentar un proyecto que se ha desprendido de parte de sus superestrellas, como Lionel Messi o Sergio Ramos, será bien recibido. Y si todo sigue el guion establecido Kang coincidirá allí con un mallorquín formado en Son Bibiloni, que también está a la espera de que su nuevo destino cobre oficialidad durante estas semanas de movimientos: Marco Asensio.

Con la baja de Kang In Lee, a estas alturas ineludible, el Mallorca perderá a una de las columnas del equipo que más peso han soportado durante la última temporada. A cambio, eso sí, ingresará en las arcas una cantidad que le permitirá buscar en el escaparate un relevo de ciertas garantías. Si se acaba cerrando todo entre 20 y 22 millones de euros, como parece, casi 15 de ellos serían para el club balear.

El Mallorca tendrá la capacidad para abordar alguna compra importante —el año pasado ya realizó un esfuerzo apostando por Predrag Rajkovic y, sobre todo, Vedat Muriqi—, aunque el vacío que dejará Kang tampoco será fácil de llenar. Tras el paso al frente que le obligó a dar Javier Aguirre ha cargado con buena parte del peso ofensivo del equipo, asistiendo, marcando y ayudando a balón parado. Y su marcha, ya de por sí dolorosa, hay que situarla junto a la de Iñigo Ruiz de Galarreta. Con el agravante de que la salida del eibarrés, en este caso rumbo al Athletic, no dejaba un solo euro en la caja.

El Mallorca tiene que esperar a que el factor Kang le indique por dónde tira, aunque a excepción de la portería va a necesitar darle una capa de cemento a todas las líneas del tapete. En defensa precisa de uno o dos centrales y de un lateral izquierdo. En la zona ancha, como mínimo, otro conductor de juego. Y arriba, alguien que oxigene de vez en cuando al Pirata Muriqi. Sobre todo tras la perdida de efectivos como Ángel o Tino Kadewere que, aunque no contaban demasiado suponían en todo momento una válvula de escape a la que podía agarrarse el técnico.