Iago Aspas e Iñigo Ruiz de Galarreta, durante el partido de la primera vuelta en Son Moix. | Miquel Àngel Borràs

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Una vez mitigada la peor sequía de la temporada a domicilio, el Real Mallorca espera aprovechar el viaje a Vigo para terminar de rellenar el formulario de la permanencia y agilizar un asunto que, a falta de diez fechas, parece tener más o menos bajo control. LaLiga, que se adentra este fin de semana en su fase más crucial, le ha reservado otra jornada como visitante al equipo de Javier Aguirre, que suma siete desplazamientos sin ganar y recibiendo al menos un gol en contra. Lo hará ante un Celta que está empadronado en su misma planta de la clasificación aunque circula a toda velocidad por el carril opuesto: los gallegos encadenan siete encuentros sin perder y su última derrota data del 12 de febrero. Tomando como referencia esa franja temporal, los baleares serían el tercer peor equipo del campeonato y los gallegos los cuartos que más han facturado.

Este viernes se activaba la cuenta atrás definitiva. Rayo Vallecano y Osasuna cortaban la cinta de lo que se conoce como la Liga de Aragonés, un tramo de diez jornadas en el que se termina de configurar la tabla y en el que se aclaran la mayoría de los puntos calientes, ya que a excepción de la pelea por el título, totalmente inclinada a favor del Barça, lo demás está todavía por definir.
El Mallorca no llega a la recta de meta con su mejor aspecto, pero al menos lo hace a mucha distancia de las brasas. El lunes, cuando el balón empiece a rodar, llevará casi dos meses sin ganar y siete desplazamientos seguidos en los que solo habrá sumado un punto, el recogido el pasado domingo en el tiempo añadido del césped de José Zorrilla de Valladolid. Un camino lleno de curvas que contrasta con el de su próximo rival. El Celta, con solo dos puntos más en la cartera (36), avanza en dirección ascendente y mantiene vivo el sueño de pelear por acceder a Europa.

A diferencia de otros sectores de la temporada, el Mallorca de estos días tiene localizados sus problemas cerca de la portería. Aunque la seguridad que transmite Predrag Rajkovic es cada vez más sustancial, el equipo ha perdido contundencia dentro de su propia área. Un problema que deberá afrontar en Balaídos con los argumentos justos, ya que se le siguen amontonando las bajas en la parte trasera. Además de perder a Jaume Costa y Copete, ambos por sanción, Javier Aguirre tampoco podrá contar, casi con toda seguridad, con los tocados Augustinsson y Nastasic. Al único que recupera el mexicano es Gio González, que en principio regresará a su posición original, el lateral derecho. Para la terna de centrales dispone de Raíllo, Valjent y Hadzikadunic, mientras que Pablo Maffeo puede ejercer como carrilero por el flanco izquierdo.

El encargado de tomarle las medidas al Mallorca será un Celta que anda lanzado en esta segunda mitad del campeonato. Solo hay dos equipos, el Atlético de Madrid y el Barcelona, con más puntos sumados que los vigueses desde que la competición dobló la esquina. Del ecuador hasta aquí solo ha sufrido una caída y fue precisamente contra los del Cholo Simeone, que se llevaron en el último momento la victoria de Balaídos gracias a un gol de Memphis (0-1). Además, han terminado de liberarse en ataque. Han anotado 18 goles en los nueve encuentros que se han jugado en esta segunda vuelta y presentan la mejor marca, con solo uno menos que el Madrid.

La mejor noticia de esta semana en clave celeste es la vuelta a la acción de Gabri Veiga. El canterano y futbolista revelación de la Liga (20 años) viene de perderse el último partido de su equipo por sanción y trae una espectacular tarjeta de presentación bajo el brazo. Ha jugado 26 encuentros del torneo regular —19 de ellos como titular— y suma 1597 minutos sobre el terreno de juego en los que ha marcado nueve goles y ha brindado cuatro asistencias a sus compañeros. Solo se ha perdido dos partidos, contra Osasuna y Sevilla, en los que su equipo fue incapaz de cerrar la victoria.