Javier Aguirre, entrenador del Real Mallorca, durante el último partido de su equipo en Valladolid. | PRG PHOTOGENIC

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Ha necesitado más de dos tercios de la campaña, pero Javier Aguirre ya ha empleado todo lo que guarda en el armario. El entrenador del Mallorca, al que las bajas le han ido apretando las tuercas durantes las últimas semanas, terminó de vaciar el cargador el pasado domingo en Valladolid, con el debut de Dennis Hadzikadunic y la primera titularidad de Manu Morlanes, dos jugadores  que habían entrado al vestuario a través de la última ventana del mercado. En total, el técnico mexicano ha utilizado a 26 futbolistas de campo en lo que va de temporada y a 24 de ellos de inicio. Una lista a la que solo hay sumar un portero, Predrag Rajkovic, que por otra parte es el único miembro de la caseta que todavía no se ha perdido un solo minuto de la competición regular.

Aguirre ha ido asfaltando  el camino hacia la permanencia tirando de un bloque muy bien definido de jugadores de su confianza, a la mayoría de los cuales ya conocía de la parte final del curso pasado. El Vasco, no había terminado de sacarle partido a los movimientos del mercado de invierno, que se saldó con tres incorporaciones a las que hay que añadir la del colombiano Daniel Luna, que todavía no se ha asomado a la primera plantilla. Las tres caras nuevas, que sustituían los cromos de Lago Junior, Russo, Cufré o Javi Llabrés, apenas habían tenido presencia y solo Augustinsson había aparecido de inicio en una ocasión. En cualquier caso, la plaga de bajas que sacudió al grupo antes de viajar a Pucela obligó al técnico a alinear desde el principio a Dennis Hadzikadunic, inédito hasta ese momento, y a Manu Morlanes, relegado a un papel de figurante. No le fue mal. El mexicano levantó el pulgar al concurso de ambos y el equipo incorporó al centrocampista a la lista de goleadores del curso. De hecho, ambos tienen opciones de repetir el lunes en Vigo, en el partido contra el Celta.

En ese sentido su gran punto de apoyo ha sido siempre uno de los capitanes: Antonio Raíllo. El central cordobés es, con una diferencia notable, el jugador que más minutos (2430) ha pasado sobre la hierba durante el curso. No ha sido sustituido en ninguna ocasión y solo se ha perdido un encuentro, el del Villarreal en el Ciutat de València.

En el siguiente escalón se sitúan otros tres jugadores básicos en la pizarra de Aguirre: Maffeo (2171), Muriqi (2167), Kang In Lee (2124) y Jaume Costa (2028). Todos ellos están por encima de la barrera de los dos mil minutos jugados, de la que también están cerca Galarreta (1930) y Valjent (1849). A partir de ahí, un peldaño más abajo, aparecen Dani Rodríguez (1640), Copete (1528) y Baba (1236). El resto del plantel, no ha atravesado hasta la fecha la pared de los mil minutos sobre el césped.

A excepción de Lago Junior y Javi Llabrés, que se marcharon en enero al Málaga y el Mirandés, respectivamente, todos los jugadores usados por Aguirre han sido al menos una vez titulares. En esa dirección, los casos más llamativos son los de Abdón y Ángel, los únicos que aparte de los fichados en invierno (Manu Morlanes, Augustinsson y Hadzikadunic) solo se han colado en una ocasión en el once inicial. El mallorquín, en casa contra el Sevilla; el canario, fuera contra la Real Sociedad.

Balaídos, tierra prohibida

Javier Aguirre volverá a agitar su once para cerrar la jornada este lunes en Balaídos, un estadio que en las últimas temporadas no se le ha dado bien ni al equipo ni a él mismo. De hecho, tanto el Mallorca como el mexicano llevan más de tres lustros sin ganar allí y las últimas victorias de ambos se lograron en 2007.

Aguirre ha jugado siete veces como visitante en el campo del Celta y solo ha logrado los tres puntos de una tacada en una de ellas, cuando era entrenador del Atlético de Madrid (1-3, 2006-07). Además, empató con Osasuna en su primera visita al estadio celeste (0-0, 2002-03) y otra vez mientras dirigía al Espanyol (2-2, 2013-14). Las otras cuatro veces ha salido derrotado. Una tendencia que ahora intentará cambiar.