El joven salió por la puerta trasera de los juzgados. | Jaume Morey

TW
19

Vinicius Jr. asegura a la juez que se siente ofendido por los gritos racistas que recibió en el estadio de Son Moix en el partido de pasado cinco de febrero. El jugador ha comparecido a través de videoconferencia con su propio móvil ante la titular del juzgado de Instrucción 3 de Palma, Martina Mora. En una declaración muy breve, ha señalado que, en el momento en el que ocurrieron los hechos no oyó nada, pero que sí se siente afectado por los hechos. De hecho, no ha renunciado a ejercer acciones él mismo contra el aficionado. Señaló que ha recibido insultos similares en otros campos y que, el ambiente ese día en el estadio mallorquín no era especialmente crispado ni distinto a otros partidos.

Noticias relacionadas

Por su parte, el investigado, un joven mallorquín de 20 años, ha reconocido los gritos de contenido racista al jugador durante el encuentro. Ha pedido perdón ante la juez por lo ocurrido. Tapado con una capucha, mascarilla y gafas de sol y una carpeta de plástico rosa con un corazón, su declaración se ha prolongado durante veinte minutos. Además de su defensa, en la declaración se han personado el Real Mallorca y LaLiga como perjudicadas.

La representación legal de la competición ha solicitado en el juzgado acumular en un mismo procedimiento las dos causas penales a las que se enfrenta este aficionado. El juzgado de Instrucción 12 tramita otra investigación a partir de una denuncia de LaLiga por otros insultos racistas que se atribuyen al mismo aficionado. En este caso al jugador del Villareal, Samu Chukwueze. Además de las consecuencias penales, el joven ha sido expulsado del campo durante tres años y afronta un expediente administrativo en instancias deportivas.