El entrenador del Real Mallorca, Javier Aguirre, sigue las evoluciones del encuentro que ha enfrentado a su equipo con el Celta de Vigo este viernes en Son Moix, en Palma, en la penúltima jornada de la primera vuelta de LaLiga en Primera División. | Miquel Àngel Borràs

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El entrenador del Real Mallorca, Javier Aguirre, manifestó al final del encuentro que su equipo estuvo mucho mejor la segunda parte que no la primera y que los cambios efectuados sirvieron para poder reactivar al equipo. «En la primera parte estuvimos muy mal y eso me preocupa porque salimos empanados. No ligábamos tres pases y recurrimos al pelotazo largo. No estábamos en la primera parte. En la segunda ajustamos algunas cosas y salimos bien. El rival se juega mucho en cada partido y estamos contentos por la victoria», afirmó el mexicano.

Es evidente que el Mallorca está en el buen camino sumando 25 puntos a falta de un partido para que termine la primera vuelta. Pero Javier Aguirre exhibe prudencia. «El año pasado llegamos aquí y el equipo tenía 26 puntos en la jornada 29. Si comparamos esto podemos ser optimistas pero mi experiencia de quince años y más de 400 partidos en la Liga hay que ser prudentes, tenemos claro el objetivo, no nos desviamos y entiendo el ánimo de la gente. El vestuario tiene que estar centrado y hacer un buen partido en Cádiz y esperar que el equipo mejore porque desde que nos fuimos no hemos dado buenos partidos, no hemos jugado fluido, ese fútbol que nos gustaría a todos tener», apuntó.

Respecto al partido, el entrenador indicó: «Sabíamos que el Celta es tipo Valladolid o Girona, juegan muy bien al fútbol y en ese afán de atacarte dejan espacios. En esa primera parte extrañé la pelota, no queríamos el balón y eso a veces es complicado porque estás en casa y tendrías que ir a por ellos desde el minuto uno, pero entre que nos quitaban la pelota y no la queríamos fue una primera parte para olvidar. Con el uno a cero la tuvimos más, intentó más cosas y nos vamos contentos a casa», dijo el entrenador del Mallorca.

Sobre la reacción del equipo, el técnico habló de los cambios y de «un tirón de orejas». «Vimos la necesidad de hacer algo distinto porque no estábamos en el partido, hubo tirón de orejas, cambio de hombres y de sistema y funcionó. Otras veces no sale y seguimos apáticos pero si algo caracteriza el equipo es su personalidad, su deseo, sus ganas en cualquier campo, pero desde que volvimos (tras el Mundial) no estamos fluidos». Sobre el gol de Dani Rodríguez, el técnico celebró que el tanto lo anotara él. «Dani es un chico muy pasional y siente todo y se echa la responsabilidad. Me dice él que no conozco al verdadero Dani y que me esta quedando a deber y es un tipo importante en el vestuario y necesita sentirse importante y demostrarlo. Por alguna razón no había tenido fortuna con el gol al final cuando ganamos al Rayo destaqué sus lágrimas y las de Abdón, que saben lo que está en juego».