El centrocampista del Mallorca Iñigo Ruiz de Galarreta, durante la fase de recuperación de su última lesión de rodilla. | @RCD_Mallorca

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El futuro de Iñigo Ruiz de Galarreta sigue siendo un misterio. El centrocampista vasco, uno de los cinco futbolistas de la plantilla de Mallorca que acaban contrato el 30 de junio, es libre desde la semana pasada para elegir su futuro a partir del curso que viene y aunque el club balear negocia su continuidad, las conversaciones no cristalizan y algunas informaciones le sitúan ya en Bilbao a partir de la próxima temporada.

El interés del Athletic lleva tiempo sobre la mesa. El buen momento de Galarreta, que hace unos meses dejaba atrás la grave lesión de rodilla que sufrió la temporada pasada, durante un encuentro contra el Betis, no ha pasado desapercibido para el club vizcaíno, que cuenta con un mercado de futbolistas muy limitado. En el seno del conjunto rojiblanco no parecen dispuestos a desaprovechar la ocasión para repescar a un jugador al que conocen muy bien pese a manejar argumentos de sobra en el centro del campo, la zona de influencia del 4 bermellón.

Formado en Lezama, el hoy jugador del Mallorca ya debutó en Primera División con los rojiblancos en la temporada 2012-13 de la mano del técnico argentino Marcelo Bielsa. En ese ejercicio, entre la Liga y la Copa de la UEFA participó en un total de nueve encuentros antes de iniciar una ruta por diversos conjuntos de Segunda División en busca minutos con los que ir creciendo. Ahora podría vivir una segunda etapa en la entidad de Ibaigane, que lo incorporaría a coste cero. Además del Athletic, a Galaxy también se le había relacionado con Osasuna durante las últimas semanas.

Galarreta fichó por el Mallorca en 2019 y tras jugar una temporada cedido en Las Palmas se incorporó al conjunto bermellón en Segunda en la temporada que culminó con el último ascenso a Primera División. El cuadro canario supuso la última escala de un trayecto que tras salir de Bilbao le llevó a defender las camisetas de Mirandés, Real Zaragoza, Leganés, Numancia y Barcelona B. En esa temporada que pasó en el filial azulgrana llegó incluso a debutar con el primer equipo en un amistoso en Sudáfrica en el que sustituyó a Lionel Messi. El entrenador culé en aquel momento era precisamente Ernesto Valverde, que ahora dirige al Athletic.

Desde octubre de 2020 Galarreta ha disputado 71 partidos oficiales con el Mallorca, con el que todavía no ha podido estrenarse como goleador. 29 de ellos los acumuló en su primera campaña, en la que se ganó la confianza de Luis García Plaza y el cariño de una afición que se tenía que conformar con verlo a través de la televisión por las restricciones de la pandemia. Fue clave en la vuelta a la máxima categoría y empezó siendo titular en Primera, hasta que en febrero del año pasado su carrera sufrió otro extenso parón por culpa de las lesiones. Una falta del bético Víctor Ruiz le obligaba a salir del campo y a pasar días después por el quirófano para ser intervenido de la rodilla izquierda. Una operación que forzaba al Mallorca a mantenerse a la expectativa y de la que se recuperó antes de los plazos marcados. A finales del pasado mes de agosto reaparecía en Vallecas —en principio su vuelta estaba marcada para después del Mundial de Qatar— y poco a poco empezaría a asumir la vara de mando en la zona ancha, esta vez con Javier Aguirre fijando las coordenadas desde el área técnica.

Galarreta, que el próximo mes de agosto cumplirá 30 años, sabe que está a punto de firmar el mejor contrato de su carrera y que, muy probablemente, se encuentra ante la última oportunidad para regresar al Athletic, algo que juega en contra del Mallorca en esa carrera por contar con sus servicios más allá del verano.

Además del eibarrés, en el Mallorca también acaban contrato Jaume Costa, Ángel Rodríguez, Matija Nastasic y Lago Junior, que en las próximas horas podría desvincularse del club para fichar por el Málaga.