Resumen del partido que ha enfrentado este sábado al Real Mallorca y al Real Valladolid en el estadio de Son Moix y que ha decidido un gol de Abdón Prats en el tiempo añadido. | LPF

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Tanto a tanto, truco a truco, milagro a milagro, Abdón Prats Bastidas sigue añadiendo páginas a ese relato que le señala como el hechicero moderno del Mallorca. Suplente habitual con la mayoría de entrenadores y sin grandes cualidades que lo distingan del resto, el delantero de Artà será recordado mucho tiempo por su bigote y por ser el autor de los goles imposibles. Con el último de ellos, tan inesperado como los anteriores, elevaba al equipo por encima de una barrera psicológica —suma 22 puntos a falta de dos jornadas para acabar la primera vuelta— y aligeraba una mochila que no se vaciaba desde antes del Mundial. Incorporado a la mesa en los postres para relevar a Muriqi, Abdón convertía en oro molido un centro de Kang In Lee, desatascaba con un cabezazo un partido cargado de plomo y sin apenas pisadas en las áreas y apagaba a un Valladolid que daba por bueno el empate. Solo tres días después de empujar al grupo hacia la siguiente fase de la Copa del Rey, el Dimoni ampliaba su catálogo y ponía patas arriba el estadio de Son Moix, que este sábado volvía a disfrutar del fútbol y de las victorias en directo tras casi dos meses sin actividad (1-0).

La primera mitad era un atasco continuo y al margen de unas pocas llegadas ocasionales cuando los cimientos de las defensas todavía se asentaban nada rompía el argumento. La más notable para el Mallorca se demoraba solo cinco minutos y nacía de la presión y de un error en salida de la defensa del Valladolid. La pelota acababa en los pies de Dani Rodríguez, pero el gallego a muy pocos metros de la portería de Masip, se quedaba sin espacio para maniobrar y terminaba rematando al lateral de la red. La acción alertaba a los pucelanos, que iban a entrar en un breve periodo de dudas. Muriqi y Amath se asociaban con cierta facilidad y amenazaban con romper en pedazos la malla de protección que había elaborado Pacheta. El problema es que a partir de ahí todos los caminos empezarían a estrecharse y que la influencia del kosovar, demasiado alejado del área en todas las fases del partido, se desplomaba.

Antes de que los argumentos defensivos de uno y otro ganaran peso también iba a intentarlo el Valladolid, siempre de forma tímida y a través de Gonzalo Plata, Óscar Plano o Sergi Guardiola. La flecha mejor dirigida la lanzaba el delantero de origen mallorquín, a la media vuelta y buscando el palo derecho de Predrag Rajkovic.

Después del descanso los dos entrenadores movían el árbol intentando que cayera algo. En el caso de Aguirre, tras consumirse un cuarto de hora tiraba del que se suponía que iba a ser su plan original y metía en la batalla a Maffeo y Kang In Lee, sorprendentemente suplentes. Frente al tablero de ajedrez, Pacheta aprovechaba su turno para refrescar las ideas del Pucela con Weissman o Kenedy. Y con Kike Pérez, que iba a firmar la ocasión más clara nada más entrar en escena. Su remate, después de girar sobre sí mismo a la altura del punto de penalti, impactaba contra la parte superior del larguero de Rajkovic y llevaba al público a contener la respiración.

Con casi todas las arterias del partido taponadas, el Mallorca solo se arrimaba a Masip con el balón parado. Primero Copete y después Baba, ambos de cabeza y ambos al compás de Kang In Lee, lo intentaban sin levantar mucho polvo y sin despeinar a la defensa blanquivioleta, ya muy bien ensamblada.

Kang In Lee, muy apoyado por sus compatriotas en las grada, le dio otro al Mallorca entrando como alternativa. El coreano encendía la linterna partir de los tres cuartos del campo, agitaba al equipo de camino al cierre y lo acercaba al gol desde varios ángulos. Lo probaba a título individual y especialmente en las jugadas estrategia, que es donde nacía la jugada de un gol que con el tiempo añadido a punto de agotarse pocos esperaban. Una falta provocada por Kenedy le brindaba una última ocasión para sacarse una asistencia de la chistera y su centro desde la derecha lo cabeceaba Abdón para dinamitarlo todo, para meter otros tres puntos en la hucha y para seguir endulzando el principio de año para un Mallorca que ya duerme un poquito más cerca de la frontera de la permanencia.

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Ficha Técnica:

1- Real Mallorca: Rajkovic; Gio González (Maffeo, m.62), Valjent, Raíllo, Copete, Jaume Costa (Cufré, m.83); Baba, Galarreta, Dani Rodríguez (Kang Ing Lee, m.62); Amath (Kadewere, m.76) y Muriqi (Abdón, m.83).

0 - Real Valladolid: Masip; Fresneda, Joaquín, El Yamiq (Feddal, m.65), Lucas Rosa; Aguado, Monchu, Roque Mesa (Kike Pérez, m.57); Gonzalo Plata (Kenedy, m.57), Óscar Plano (Iván Sánchez, m.83) y Sergi Guardiola (Weissman, m.65).

Gol: 1-0, Abdón, min.94.

Árbitro: Pizarro Gómez (Comité madrileño). Amonestó a Valjent y Copete por parte del Mallorca y a Fresneda, Kike Pérez y Kenedy por el Valladolid.

VAR: Jaime Latre (Comité aragonés).

Incidencias: 14.129 espectadores en Son Moix. Antes del partido realizó el saque de honor Lionel Scaloni, seleccionador de Argentina y reciente campeón de la Copa del Mundo en Qatar.