Javier Aguirre, entrenador del Real Mallorca. | Pere Bota

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El entrenador del Real Mallorca, Javier Aguirre, se ha marchado de vacaciones dejando sobre la mesa de la dirección de fútbol del club alguna que otra petición pensando ya en la próxima temporada, la primera que afrontará desde el principio en el banquillo local de Son Moix. En una entrevista concedida a la cadena Fox Sports, el entrenador mexicano asegura que antes de irse de viaje le ha trasladado algunos nombres a los responsables de planificar el nuevo proyecto del curso que viene en Primera División.

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«Dos representantes mexicanos me han informado sobre algunos jugadores que quedan libres y podrían venir. No diré quiénes son porque ustedes son pinches chismosos», bromeaba el Vasco. «Pero dejé los nombres a la dirección deportiva antes de irme para que hablen con sus representantes porque me interesan», explicaba. En cualquier caso, el técnico también recuerda que el mercado de su país es complejo y «poco accesible» en Europa.

En la misma entrevista, Aguirre destaca que Mallorca es «un un lugar fantástico» para trabajar y desvela algunos de detalles de las celebraciones por la permanencia tras el paso de la plantilla por la plaza Joan Carles I de Palma. «De ahí nos fuimos a un local. Yo me quería ir a dormir pero no me dejaron los jugadores. Empezamos con cerveza, seguimos con gin tonic y acabamos con whisky. Al día siguiente tenía una reunión con el presidente, Andy Kohlberg, y no me salía bien el inglés», contaba entre risas. «Los dueños del club me hablaron de la cultura del triunfo y la NBA. Yo les decía que son deportes tremendamente distintos y que Mallorca en 106 años no ha ganado una Liga. Que tenían que entender que el Real Madrid, el Barcelona, van a estar arriba. Es como Fórmula 1, no esperes que Williams, Alpine o Alfa Romeo sea campeón», sentenciaba.