El delantero kosovar deberá asumir la responsabilidad ofensiva del Mallorca.

TW
4

El mercado de invierno vuelve a ser la red a la que se agarra el Mallorca para tratar de resolver la gris planificación de la ventana de verano. Luis García pidió un delantero que marque goles, curioso el matiz, pero es así, y Ortells le va a traer, si la cosa nos se tuerce, un delantero que el curso pasado anotó dos. Eso sí, si uno se retrotrae al pasado, anotó 17 con Fenerbahçe y otros 17 con el Rizespor. Números que le permitieron dar el salto a la Lazio por el que llegaron a pagar 20 millones por él. Ahora, salvo que el tira y afloja en la opción de compra no sea un impedimento imposible, todo hace indicar que el jugador viajará en las próximas horas a Palma para incorporarse al Mallorca. La Lazió da la sensación de que da por perdida la inversión que llevó a cabo en su momento y a partir de ahora trata de perder lo menos posible. El Mallorca pretende que el jugador recupere su espíritu goleador de sus tiempos en Turquía y el futbolista busca a su vez volver a morder como lo hizo en su día tanto con su selección como con el Fenerbahçe. Es un buen tratado de intenciones, pero aquí de lo que se trata es de llegar, entrenar, jugar y marcar. Así es esta ventana de fichajes. Pruebas, inventos, experimentos e intenciones no suelen salvar una categoría.

En cualquier caso el periodista Gianluca Di Marzio de canal Skysport indicaba que los pasos que se van dando van por buen camino y que se trataba de intentar cerrar la operación cuyas cifras entre ficha y préstamo alcanzan un montante de un millón de euros. La opción de compra sería de once millones, cifra que no está al alcance de los mallorquinistas. De hecho la cláusula es el ‘fleco' a resolver. Si es opcional o obligatoria la diferencia es abismal y ahí está el escollo en estos momentos. El asunto del delantero es un verdadero problema para el técnico madrileño. Por el momento, ninguno de los que tiene en plantel ha conseguido cubrir las expectativas creadas. Ni Ángel con la capacidad letal que exhibió en el Getafe; ni Abdón con su ímpetu y garra, ni Fer Niño con la vitola de joven prometedor ni tampoco Hoppe cuyo papel ha sido testimonial han conseguido que la zona ofensiva bermellona sea verdaderamente letal.

¿Se conseguirá ahora con Muriqi? Sea quien sea va a ser difícil hacerlo peor. La salvación a día de hoy es posible, pero lo cierto es que los registros anotadores, las victorias y las últimas actuaciones del equipo han encendido la señal de alarma. Anclado con 20 puntos requiere de una puntuación similar para sellar la permanencia y eso empieza por ganar el próximo partido ante el Cádiz el 5 de febrero. El partido no es una final, pero es fundamental sacarlo adelante y ganar y a partir de ahí confiar en la recuperación futbolística y mental del equipo, que ahora más que nunca requiere de triunfos para escalar posiciones.

De momento solo ha llegado un refuerzo, el portero procedente del PSG, Sergio Rico. Se está a la espera de Muriqi y también no se cierra la puerta a un lateral procedente del conjunto parisino, concretamente Colin Dagba, cuyas intenciones, según Tuttomercato es recalar en la Isla.

No siempre es fácil cumplir con el perfil de jugador que conozca la Liga española y el idioma. A partir de ahí toca una adaptación de vértigo para ser un valor seguro en el campo y de inmediato rendimiento. Las horas siguen pasando y los jugadores continúan sin llegar. Juega en favor que la temporada sufre una interrupción durante este fin de semana.