El portero del PSG, en una imagen captada durante un entrenamiento con el club parisino. Todo hace indicar que su destino estará de nuevo en LaLiga y que Son Moix y el Mallorca pueden ser su próxima estación. | PSG

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El Real Mallorca concreta durante estas horas la cesión del sevillano Sergio Rico González (Sevilla, 1993), portero del PSG, que en caso de sellar la operación llegará a Son Moix hasta final de temporada y en principio sin opción de compra. La operación no es fácil porque el salario del jugador alcanza los doscientos mil euros al mes y el club parisino quiere que sea el Mallorca quien lo abone. Esa situación es la que trata de desbloquear el club balear en una fase de la negociación, eso sí, muy avanzada. El PSG que pagó seis millones de euros en 2019 por hacerse con los servicios del de Montequito, entiende ahora que debe desprenderse del futbolista con el fin de que no esté inactivo como ocurre en estos momentos. El andaluz está a la sombra de Keylor Navas y Gianluigi Donnarumma y la situación deportiva no es buena ni para él ni tampoco para su propio club. Pero una cosa es el deseo y otra el compartir el pago de la ficha.

Sin embargo, la opción del Mallorca y por lo tanto de volver a Primera supera inicialmente las ofertas que habían llegado desde Turquía, Inglaterra y Francia y el deseo del jugador es recalar de nuevo en LaLiga. Según avanzó la Cadena Ser, el portero llegará en las próximas horas a la Isla y podría incluso estar ya disponible para el partido del próximo sábado frente al Villarreal. La presencia de Rico, si finalmente se confirma su llegada, dejará en el limbo al resto de guardametas del primer equipo y se despiertan numerosos interrogantes. ¿Qué sucederá con Reina? ¿Bajará Leo Román de nuevo al filial? ¿Se dará debaja a Greif? El club por el momento no se ha manifestado al respecto, pero resulta evidente que Rico viene para jugar, que Luis García ha perdido la confianza con Manolo Reina, que no se puede dar toda la responsabilidad de lo que queda a Leo Román y que a Greif ni está ni se le espera debido a la lesión que sufre que va más allá de un simple golpe o contusión. En consecuencia,    la presencia del andaluz motivará que sucedan más cosas en la portería del Mallorca.

Rico es una contratación de altura. Futbolista nacido en la cantera del Sevilla y que llegó al primer equipo en la temporada 2014. Sin embargo, la afición sevillista tan dada a idolatrar a unos jugadores y castigar a otros, no llegó a tener una comunión con el portero como sí tuvo con otros jugadores, al margen de que sean o no guardametas. Permaneció en el Pizjuán hasta 2018 ganando dos títulos de la Europa League y jugando 170 partidos, que no está nada mal. Debutó de la mano de Unai Emery, que fue quien le dio la oportunidad por delante de Beto y Barbosa. Un número más que considerable para tomar contacto con Primera División. Se fue al Fulham a la conclusión de ese curso y de ahí al PSG, que tras un año a préstamo decidió incorporarle definitivamente. Internacional con España, en el Parque de los Príncipes no ha disfrutado de continuidad. Son Moix parece que será su próximo destino.

El apunte

Un guardameta fiable y más preparado

En su época en el Sevilla, Sergio Rico fue capaz de lo mejor y de lo peor. El que fuera por aquel entonces director deportivo del club hispalense, Óscar Arias, dijo en 2018 cuando el jugador empezó a tener protagonismo en el Pizjuán, que el futbolista tenía «problemas con el lenguaje corporal». «Sergiotiene un problema en cuanto al lenguaje corporal, que es lo que a él le castiga. Se le pone muy en entredicho por las sensaciones que transmite, por su caminar, así con los hombros encorvados. Hace que parezca que Sergio es eso en todas las demás cosas. Pero si lo analizamos, es un jugador que nos ha dado muchos partidos, con paradas que han sido puntos», explicaba al periódico Estadio Deportivo. Sin embargo, el jugador ahora no es el mismo que estuvo en el Sevilla y    con 28 años y más rodado, prevalecen sus buenas actuaciones y resulta más que evidente que es un guardameta top. Su altura (1,95) le hace ir muy bien en balones aéreos y también ha mejorado mucho su juego de pies. Sin duda sus reflejos son espectaculares y en situaciones de máximo riesgo resuelve de manera brillante. Con el paso del tiempo se puede asegurar que Rico es un portero, por encima de todo, muy fiable.