La nutricionista del Mallorca, Nuria Granados, durante una jornada de trabajo en Son Moix. | RCD MALLORCA

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En un fútbol tan profesionalizado como el actual es difícil detectar cabos sueltos. Ni en el campo, donde cada vez hay más datos que analizar y más ojos para verlo todo, ni en la trastienda del vestuario, donde cada encuentro y cada sesión de entrenamiento se preparan y estudian al milímetro. La exigencia ha llevado al deportista de élite a tener que ejercer como tal las veinticuatro horas del día y a prestarle cada vez más atención a cuestiones por las que antes se pasaba de puntillas, como la alimentación y el descanso. Si antes los partidos empezaban a jugarse en la sala de prensa, hoy en día el balón empieza a rodar junto a la mesa del comedor.

«Lo importante siempre es el entrenamiento y la capacidad que tienen los futbolistas, pero si te alimentas bien, te recuperas como toca y tienes el sistema inmunitario preparado para tu ritmo diario, mucho mejor», explica la nutricionista Nuria Granados, que desde hace casi dos años es la responsable de la dieta que sigue la plantilla del Mallorca. Aterrizó en el club aún con Vicente Moreno en el banquillo y ha continuado con Luis García Plaza, siempre como una integrante más del cuerpo técnico. Llega a la ciudad deportiva dos horas antes del entrenamiento, mantiene reuniones diarias con los servicios médicos y acompaña al equipo en sus concentraciones y desplazamientos para supervisar su dieta. «A los futbolistas les exigen mucho y los entrenadores siempre le dan mucha importancia a la composición corporal, porque todos deben tener un porcentaje de grasa bajo. Por eso tratamos de poner en práctica pequeñas estrategias que ayudan a conseguirlo».

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Nuria Granados participó hace unas semanas en el video con el que el Mallorca anunciaba la renovación de Franco Russo, en el que confesaba ser vegano. No es el único miembro de la plantilla que por encima de dietas paleo o ayunos intermitentes ha optado por ese tipo de alimentación que ella misma defiende y que va ganando adeptos en Son Bibiloni. «El mito de las proteínas, la carne y la leche está muy obsoleto», destaca. «El fútbol ha llegado tarde, pero Carl Lewis fue el primer vegano y ya nos demostró lo que podía hacer cuando antes en los centros de alto rendimiento ni siquiera aceptaban a deportistas vegetarianos. No todo el mundo tiene que seguirlo, pero es una opción tan válida como otra», explica. «En la plantilla ha habido un gran cambio. Muchos jugadores, algunos con unas costumbres muy arraigadas, han probado la proteína de origen vegetal y les ha gustado. La heura, por ejemplo, triunfa en el vestuario y les encanta. Igual que una hamburguesa que hacemos con proteína de guisantes, yogures de soja...». El Mallorca busca el ascenso con combustible de origen vegetal.

«El ambiente en la plantilla es extraordinario»

Sobre la plantilla con la que trabaja a diario, Nuria Granados destaca su compromiso. «Fuera del campo son tal y como se comportan dentro y el ambiente es extraordinario. Nunca me he sentido mal ni he recibido quejas por su parte. Puede ser que un menú nos le haya gustado y bromeen, pero nada más. Últimamente en el hotel de concentración de Palma disfrutan muchísimo y se divierten comiendo. El más clásico y sistemático de todos es Salva Sevilla, pero también ha introducido cositas en su dieta. Como Reina, que quiere su jamoncito pero le encanta la heura», cuenta.