Abdón Prats celebra el gol conseguido ante el Almería hace dos semanas en Son Moix. | Miquel Àngel Llabrés

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Son Moix se ha convertido en un territorio desapacible para el Real Mallorca. El grupo de Luis García Plaza, que está firmando los mejores números de su historia como visitante, donde todavía no ha doblado la rodilla, necesita recuperar la magia de su estadio.

El conjunto bermellón recibe mañana al Cartagena con la intención de conectar dos alegrías consecutivas por primera vez desde que arrancó el presente año. Porque la última vez que enganchó dos triunfos consecutivos como local fue hace tres meses, a finales de noviembre y principios de diciembre, cuando despachó a Logroñés (4-0) y Castellón (3-1).

Desde entonces, el Mallorca ha ido acumulando fuera y decepciones en casa. El triunfo en Butarque quedó amortiguado unos días después con la derrota ante el Fuenlabrada (2-3). Empató en el Tartiere y de nuevo otro gazapo casero, en esta ocasión ante Las Palmas (0-1).

Y después de alzar los brazos en Albacete, tocó bajar la cabeza tras la derrota ante el Espanyol de Vicente Moreno (1-2). De hecho, ha sufrido estas tres derrotas en los cinco últimos encuentros que ha disputado bajo la lumbre de Son Moix. Solo Girona y Almería han abandonado este año el Camí dels Reis sin ningún botín para facturar. LGP se encargó ayer de apagar el fuego de la euforia y de la confianza. No quiere ningún tipo de relajación ante el Cartagena y ha recalcado la metamorfosis que ha experimentado el cuadro murciano, que rellenó el vestuario de caras nuevas en el mercado invernal y ha asomado la cabeza a la superficie. En cualquier caso, el Mallorca quiere reencontrarse y enganchar su segunda victoria seguida en casa.

Un rival ‘seco’ a domicilio

A pesar de la mejoría experimentada en las últimas jornadas, el Cartagena se presenta en Son Moix sin haber marcado un gol fuera en lo que llevamos de 2021. En sus cuatro últimos partidos perdió en tres (Alcorcón, Tenerife y Las Palmas), empatando en El Molinón (0-0).