El Real Mallorca tuvo un gran nivel de acierto en su partido ante el Celta. El Cucho Hernández -sobre estas líneas pugnando con el centrocampista celeste Kevin Vázquez- logró su tercera diana. | Miquel Àngel Borrás

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Vicente Moreno esquivó analizar la victoria sobre el Celta como salvar un match ball y celebró que el Real Mallorca recogiera el premio que le había resultado esquivo en anteriores jornadas pese a mostrar la misma línea de trabajo durante todo el curso. El preparador considera que lo importante del triunfo, por encima de la forma, es el fondo. «Era imporante estar a tiro», resumió el valenciano, que asegura que las cuentas para la salvación «salen si ganamos».

«No sé si salvamos un match ball, pero sí era un partido importante para estar a tiro», comentó Moreno, que apreció que la actitud mostrada no se aleja de la exhibida en las jornadas precedentes. «Hemos hecho partidos de nivel aunque no hemos ido encontrando el premio al trabajo y a lo bueno que hacemos», observó.

Trayectoria
«Tener el premio al trabajo, al compromiso y a la responsabilidad que tienen los jugadores es lo que me pone muy contento», manifestó el técnico mallorquinista, que afirmó que no era precisamente sencillo insistir en una idea con las múltiples adversidades que han aparecido en el camino. «Todas las circunstancias caían cruz y no es fácil en esta situación de resultados adversos. El equipo está demostrando que trabaja, que quiere y que a poco que tiene acierto hace cosas bien aunque no se hayan tradudico en resultados», añadió.

«Ahora nos vamos a acercar a algunos, pero lo único que cuenta es ganar. Me salen las cuentas si vamos ganando, pero evidentemente también habrá que mirar de reojo». Los bermellones se han situado a cinco puntos de la salvación, pero Moreno no ocultaba que «nos cambiábamos por la situación del Celta, aunque ahora estamos mejor que antes de jugar». «Tenemos que ponernos a tiro y jugártelo en algún momento a un partido determinado. No vamos a desfallecer, no vamos a decir que es fácil porque nos cambiaríamos por el Celta, pero la realidad es que estamos a cinco y seis puntos de los equipos de abajo y vamos a ir a Madrid para intentar sumar», insistió.

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El entrenador mostró su malestar al ser cuestionado por el penalti del 1-0 y no por el que supuso el 3-1. «En el primero no hay ninguna duda y en el segundo sí. Si están siete minutos para mirarlo es que no hay elementos suficientes para retirarlo. No tengo duda de que está bien pitado», dijo. Moreno no quiso replicar a las observaciones de Óscar García, que lo calificó de inexistente. «Me molesta por mis jugadores que me tenga que justificar cuando somos el equipo al que más penaltis en contra le han pitado y nunca hablamos de los árbitros», subrayó.

Lumor
El defensa está pendiente de pruebas para conocer el alcance de los problemas físicos que sufrió en la primera mitad y Moreno desveló que arriesgaron por la trascendencia del duelo, ya que el lateral «estaba para 45 minutos». Aprovechó para remarcar la importancia de contar con un jugador específico para el lateral izquierdo. El de ayer era el primer partido en el que podía contar con el internacional ghanés desde que se reanudó el campeonato.

Valjent y Budimir, bajas
Ni Martin Valjent ni Ante Budimir podrán jugar el viernes en el Wanda Metropolitano. El central y el delantero fueron amonestados ayer en el partido ante el Celta y tendrán que cumplir su partido de sanción frente al Atlético de Madrid al cumplir ciclo de tarjetas.
Por su parte, Oscar García Junyent, técnico del Celta de Vigo, empezó la rueda de prensa manifestando que «el penalti ha marcado el partido». «Hasta ese momento estábamos teniendo ocasiones, pero eso nos ha descentrado», añadió el entrenador catalán, que, sin embargo, reconoció no querer excusarse en la decisión del árbitro y hacer autocrítica. «Hemos creado suficientes ocasiones para marcar más goles pero el Mallorca ha tenido una efectividad muy alta», apuntó.

García Junyent se mostró esperanzado en que esta derrota abultada no influirá en el ánimo de su equipo para lo que queda de liga. «La labor del entrenador es hacer ver a los jugadores que ni después del Alavés éramos el mejor equipo del mundo ni ahora somos el peor. Debemos tener una estabilidad y mejorar las cosas que hoy hemos hecho mal», añadió.

El técnico celtiña reconoció haber dejado pasar una buena oportunidad de dejar casi sentenciada la permanencia, si bien señaló que cuando llegó al banquillo «todo el mundo habría firmado estar ahora en esta situación».