Vicente Moreno, en una imagen de archivo. | Teresa Ayuga

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El Real Mallorca, al igual que el resto de clubes de LaLiga, arranca este lunes la fase previsa o de preparación de los entrenamientos y que son de obligado cumplimiento por parte del organismo que engloba a los clubes de Primera y Segunda. Imposiciones muy exigentes debido a la crisis sanitaria motivada por la pandemia del coronavirus y que incide especialmente en la desinfección de las instalaciones y la organización de los entrenamientos en las tres fases previstas: solitarios, por grupos y colectivos.

TEST A TODAS LAS PLANTILLAS
Primera medida

Las plantilas de Primera y Segunda tendrá que someterse al test de coronavirus entre mañana y pasado como medida principal antes de iniciar el trabajo individual. Estos test se irán sucediendo durante las próximas semanas y sobre todo serán sometidos los profesionales que puedan tener síntomas de poder sufrir la COVID-19. Una vez conocidos los resultados se podrá seguir con el resto del plan y a final de semana entrenar.

FASE PREVIA
Preparación

El Mallorca al igual que el resto de clubes tendrá que identificar a las personas que podrán tener acceso a las instalaciones, definir qué ubicaciones se utilizarán y a su vez informar a los profesionales de lo que no puede hacer. Por ejemplo se deben controlar las interacciones más comunes como agarrarse o abrazarse, cubrirse la boca con un pañuelo o con el codo al estornudar, mantener las puertas abiertas de las instalaciones comunes, así como una distancia de dos metros entre personas. En esta fase de preparación se incide que la entrada a los vestuarios, un lugar potencialmente de riesgo, debe hacerse con guantes y mascarilla y posteriormente desinfectarse.

ENTRENOS EN SOLITARIO
Acciones clave

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En la primera fase de trabajo donde los jugadores van a entrenar en solitario, LaLiga indica que deben estar en los campos de entrenamiento las mínimas persona posibles. De la misma forma, los jugadores deben recibir las órdenes de entrenamiento la noche antes de forma telemática para de esta forma evitar la interacción con miembros del cuerpo técnico. Deberá procederse a la desinfección de las personas que accedan a las instalaciones y habrá que detallar un claro cuadro de asistencia para saber quién entra, quién sale y las horas. En cada campo de fútbol trabajarán solo dos jugadores, uno en cada mitad y la llegada de los futbolistas deberá ser escalonada, es decir, entrarán en los recintos deportivos cada 15 minutos. Esa es la diferencia que debe haber entre la llegada de uno y la del próximo futbolista.

ROPA DE ENTRENAMIENTO
Llegar preparado

En esta fase los futbolistas tendrán que llegar a Son Bibiloni con su vehículo y la ropa de entrenamiento puesta y marcharse al terminar. Se recomienda trabajar sin material y llegar al terreno de juego con mascarilla y guantes. Se limita al máximo el uso de los vestuarios y se recomienda no utilizar el gimnasio. En esta primera fase también se recomienda a los jugadores no salir de su domicilio particular si no es por fuerza mayor.

PRIMERA FASE
11 de mayo

La semana que viene arrancará la fase de entrenamiento en tres grupos con ocho jugadores cada uno de ellos. Se deberán preparar un mínimo de tres vestuarios y desinfectarse inmediatamente después de su utilización. También se delimita en esta fase el número de personas que podrán tomar parte de los entrenamientos. LaLiga prevé la presencia de tres miembros del cuerpo técnico, un fisioterapeuta, un utillero, una persona dedicada a la lavandería, un cocinero y otra persona encargada de limpiar la cocina, un médico y una persona de mantenimiento. También se permiten de tres a cuatro limpiadores.

SEGUNDA FASE
26 de mayo

En caso de que la pandemia aminore y no se den casos positivos, en la última fase del mayo se abrirá el periodo de entrenamientos colectivos. En este escenario el trabajo en el campo tiene que ser lo más normal posible, aunque hay que habilitar cuantos más vestuarios mejor y a sus vez desinfectar todas las instalaciones y el material y a su vez seguir reduciendo al máximo el personal que acceda a las instalaciones. A día de hoy llegar a este escenario todavía se ve lejano y depende de que el virus no infecte a ningún profesional. En caso de que esto suceda deberán hacerse test de nuevo a todos los miembros del plantel. La exigencia en las precauciones que se toman van encaminadas a que se eviten nuevos positivos.