Los jugadores del Mallorca celebran el gol de la victoria durante el partido de la jornada anterior contra el Real Madrid en el estadio de Son Moix. | MIQUEL A. CAÑELLAS

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El Real Mallorca aspira a subir de nivel este sábado tras la verja de Butarque. Rehabilitado y fuera del charco del descenso gracias a dos victorias en cadena —la última de ellas para desalojar al Real Madrid del liderato—, el conjunto balear espera aprovechar ese oleaje para estrenar en el campo del Leganés (16.00 horas) su cuenta de ahorros como visitante. Los pepineros, el único equipo de la Liga Santander que todavía no ha celebrado una sola victoria, se han marcado el reto de abrir los ojos siguiendo las coordenadas de Luis Cembranos, el técnico de filial que durante la semana ha tomado el relevo de Mauricio Pellegrino, ahogado por los malos resultados.

Con las actas de las últimas jornadas en la mano el partido llega escorado, aunque no deja de ser un duelo marcado por la necesidad en ambos bandos. De hecho, será un choque frontal entre el colista de la competición, un Leganés con solo dos puntos encima, y el peor forastero del torneo, un Mallorca que no ha cosechado nada en sus tres salidas anteriores, a Valencia (2-0), Getafe (4-2) y Vitoria (2-0).

Aunque el Mallorca ha compensado parcialmente ese déficit a domicilio con dos efectivas funciones en Son Moix, sigue precisando de una dosis de oxígeno añadida. Ya no solo para preservar la buena dinámica a la que se ha aferrado para escalar posiciones, sino para empezar a inclinar posibles duelos directos en una semana de curvas en esa misma dirección. Tras pasar por Leganés recibirá el jueves por la noche a Osasuna y, casi sin tiempo para hacer la digestión, visitará el campo del Valladolid el domingo a mediodía.
El Mallorca se pone ante el Leganés después de rentabilizar su pólvora y estabilizar una línea defensiva que ha permanecido intacta desde la visita a Mendizorroza, hace casi un mes.

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Vicente Moreno se ha llevado a Madrid a diecinueve futbolistas, de los que descartará a uno minutos antes del encuentro. A las ausencias más comunes (Chavarría o Salibur) se ha unido esta vez Abdón Prats y se mantiene Aridai, al que se espera recuperar en las próximas semanas, cuando deje del todo atrás los problemas físicos que arrastra. Sí que están Josep Señé —el centrocampista catalán todavía no ha debutado—, Marc Pedraza o Aleksandar Trajkovski, que tras su participación final contra el Madrid espera seguir metiéndose en la rueda del equipo. No obstante, salvo que Moreno pretenda oxigenar al grupo de cara a la jornada intersemanal el once debería ser el mismo que le provocó a los blancos el primer boquete de la temporada en el campeonato.

El Leganés iniciará ante el Mallorca la etapa post Pellegrino, que en nueve jornadas había fijado su techo en los dos empates que le arrancó al Valencia y al Athletic, uno en el salón de su hogar y el otro como foráneo.

El club madrileño todavía no ha encontrado un sustituto para el entrenador argentino, que había sucedido en el cargo a Asier Garitano, y el partido de hoy lo dirigirá Luis Cembranos, el técnico del filial blanquiazul que ha dirigido el trabajo con la plantilla durante la mayor parte de la semana. El que fuera futbolista del Espanyol o del Rayo Vallecano, debutará de esta manera en la máxima categoría del fútbol español y podría tener más oportunidades en el puesto al entrar en una semana de tres confrontaciones. Esta tarde seguirá siendo baja el centrocampista Rubén Pérez, que se une a la ausencia de larga duración de Szymanowski y a la de Marc Navarro.