El jugador del Real Mallorca Iddrisu Baba, durante la entrevista con Ultima Hora. | Jaume Morey

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Iddrisu Baba Mohammed (Accra, 1996) es el futbolista del momento. Al menos entre las paredes de Son Moix, un estadio en el que se coronó durante la última noche de Sant Joan con una de esas actuaciones que quedan grabadas para siempre en la memoria de los aficionados. Habla despacio y midiendo al milímetro sus palabras para no perderse con un idioma que aún no domina tanto como el tráfico del centro del campo. Lo que retiene tan bien como el balón es la sonrisa. Entre otras cosas, porque a raíz de ese partido contra el Deportivo, todo han sido buenas noticias para el futbolista africano. Participó activamente en el ascenso, ha debutado con muy buena calificación en Primera y entre una cosa y otra selló un acuerdo de renovación en el que el club se protegía con una cláusula millonaria. De hecho, se emociona al recordarlo. Ahora reconoce que no tiene prisa. Que quiere seguir aprendiendo y disfrutando de una oportunidad que, como él mismo dice, solo tienen unos pocos.

—¿Qué le han parecido estas primeras semanas de Liga?
—Bien, bien. No será fácil pero la primera semana nos fue muy bien y tenemos que seguir esa línea. Y aunque empezamos bien, creo que podemos hacerlo aún mejor. Nunca se sabe. Siempre tenemos que ser optimistas y positivos.

—¿La derrota contra la Real Sociedad fue un palo muy duro?
—El equipo compitió bien y el partido solo se nos escapó al final. Antes de su gol nosotros tuvimos la oportunidad de Lumor y si hubiera entrado todo habría sido diferente.

—¿Será esta la gran temporada de Baba?
—Espero que sí (risas). Cada temporada hay cosas buenas y malas, pero yo rezo para conseguir las buenas y para que todo siga yendo tan bien como hasta ahora.

—En su caso, va de buena noticia en buena noticia.
—Estoy contento con la apuesta que el club ha hecho por mí. Ahora mismo solo quiero estar aquí. Cada jugador tiene planes para su carrera y yo quiero ir paso a paso. Solo pienso y trabajo para el Mallorca.

—¿Hubo interés de otros equipos?
—Puede ser, pero yo estaba de vacaciones y solo quería descansar. No pensaba en otra cosa. Además, acababa de subir a Primera e imaginaba también disfrutar de eso. Pero lo que he dicho, esto es fútbol y en cualquier momento viene algo diferente.

—Todo cambia el día del ascenso. ¿Fue el partido de su vida?
—Hasta ahora, sí. Fue así, pero sinceramente creo que puedo jugar muchos partidos como ese si trabajo bien y estoy centrado. Puedo dar más.

—Cuando vio la expulsión de Pedraza e intuía que iba a jugar, ¿esperaba realmente una noche como aquella?
—Yo estaba en el banquillo, pero me sentía muy preparado, como siempre, porque en cualquier partido puede ocurrir algo como lo que le pasó a Marc y tienes que estar listo. Estaba especialmente concentrado de cara a ese último día y por eso creo que fue también. Y fue sobre todo gracias a mis compañeros y al míster. Siempre han confiado mucho en mí y siempre me animan mucho. Estaba creciendo poco a poco y con paciencia. El fútbol tiene muchas cosas buenas y otras muy malas. Ahora me están viniendo las buenas y tengo que aprovecharlo y disfrutarlo.

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—Fue un excelente final para un temporada difícil a nivel individual. Le costó entrar en el equipo, la expulsión del día del Extremadura...
—Aprendí mucho y creo que he ganado experiencia en ese sentido. Por eso digo lo de la paciencia. Al principio nada es fácil.

—Hace dos años jugaba en Segunda B con el Barakaldo, el año pasado se estrenaba en Segunda y ahora Primera...
—Para mí ha sido todo como un sueño. Y una gran oportunidad para mí, porque hay muchos jugadores que no pueden tenerla en toda su carrera. Quiero vivirla intensamente y trabajar mucho.

—¿Sintió algo especial el día que debutaba en Primera?
—Estaba un poco nervioso, pero después del calentamiento me sentía mucho mejor y más tranquilo y concentrado, que es lo que hace falta para un partido así. Hay muchas diferencias técnicas y tácticas, pero creo que con tiempo podemos estar ahí, aunque ahora parezca muy complicado. Poco a poco.

—Este año no se puede ascender, ¿pero hay plantilla para intentar hacer otra buena temporada?
—Cada temporada todo cambia mucho y hay equipos de los que esperas muchas cosas y se meten abajo y al revés. Siempre hay sorpresas. Por eso tenemos que centrarnos en nosotros mismos, como hemos hecho estos años.

—¿Qué opina de Vicente Moreno?
—Me ha ayudado mucho, dentro y fuera del campo. Cuando juego siempre me tranquiliza mucho y si no, me dice que siga trabajando y que espere mi momento. Es uno de los mejores entrenadores que conozco. Los jugadores confiamos mucho en él y él confía mucho en nosotros, por eso nos va bien.

—¿Y de Marc Pedraza, que es con quién compite por la posición?
—También me ayuda muchísimo. Tiene mucha experiencia y siempre me dice lo que tengo que hacer y lo que no, y eso a los jóvenes nos viene bien. En el vestuario somos como una familia y aprendo mucho de él y de los demás. Antes del partido contra el Deportivo me dijo que disfrutara y que no tuviera más presión. Competir es un reto porque lo tiene todo. Intento aprender de él en los entrenamientos y en los partidos porque ha vivido muchas más cosas que yo y es un buen compañero del que aprender.

—¿Hasta dónde puede llegar el Mallorca?
—Creo que no tenemos límite. Y nos gusta dar sorpresas. Con trabajo y tranquilidad podemos seguir haciendo cosas bonitas. Intentaremos salvarnos con todas nuestras fuerzas y creo que lo conseguiremos.

—¿Qué sueña con lograr con la camiseta del Mallorca?
—De momento salvarnos. Solo pienso en eso. Seguro que después vendrán cosas mejores, pero no hay que tener prisa.