Pervis Estupiñán y Lago Junior celebran el primer gol del Mallorca en el Heliodoro Rodríguez López de Tenerife. | LOF

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De vuelta al calor de Son Moix, donde disputará tres de sus próximos cuatro compromisos, el Mallorca va a descorchar un mes en el que puede cruzar la primera meta de la temporada: la barrera de los 50 puntos. Una vez alcanzada esa marca (históricamente garantiza la permanencia en la Liga 123) y con un buen tramo del calendario todavía por quemar, el conjunto de Vicente Moreno ya podría dedicarse en exclusividad a apuntalar su candidatura a competir por los puestos de playoff, que aunque cada vez son más caros siguen estando a tiro de piedra.

Digerido el mal trago del Tenerife (el equipo regresó con un punto en el equipaje, pero se dejó otros dos en el tiempo añadido cuando parecía tener el partido bajo control) y superado el que sobre el papel era el sector más exigente del curso, el Mallorca ha marcado un punto y seguido en su camino y se prepara para pasar la mayor parte del mes en el lugar donde más cómodo se siente: el estadio de Son Moix. Ahí espera olvidar sus constantes deslices como visitante y subir de nivel en la escala de objetivos.

El Mallorca, que este domingo regresó a los entrenamientos en su cuartel de Son Bibiloni y que a partir del martes ya se volcará de lleno en preparar el partido siguiente, va a tener ahora dos semanas en las que no le hará falta salir de casa para seguir creciendo y ahorrando.

En el primer escalón el Mallorca se encontrará de frente con el Elche (domingo, 12.00 horas), un rival del que no se ha separado desde hace años. A diferencia de otras jornadas, el conjunto bermellón va a tener nueve días entre partido y partido, tiempo suficiente para recargar las pilas y enfocar otra vez la mirada. El conjunto franjiverde, que anda instalado en el hemisferio sur de la clasificación y que ayer rascó un empate en el Anxo Carro de Lugo, es uno de los rivales más favorables para el conjunto balear. Al menos con las estadísticas en la mano: los ilicitanos no le ganan al Mallorca en Palma desde la década de los sesenta y en sus cuatro últimas visitas han doblado la rodilla.

Para el Mallorca se trata de una ocasión especial. Para seguir agarrado a la cornisa superior de la tabla y para darle extensión a unos números que apenas recordaba. Si gana enlazará ya cinco triunfos consecutivos y en los cuatro anteriores tampoco ha encajado ningún gol, ya que su portería en Palma lleva precintada desde principios de diciembre. Superaría además la cota 30 como local (ahora ya suma 29 puntos), unas cifras que solo mejoraría Osasuna y que solo podría igualar el Deportivo.

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La próxima victoria que el Mallorca celebre en su estadio será la décima, una cumbre a la que tampoco ha podido llegar en su última etapa en Segunda. El máximo en ese sentido son las nueve victoria que acuñó en las temporadas 2014-15 y 2015-16.

Después de que el Elche pase por la caja de Son Moix la carretera volverá a empinarse un poco, aunque seguirá sin salir del Camí dels Reis. Será entonces el turno del Oviedo (sábado 9 de marzo, 16.00 horas), que ahora mismo lleva cuatro jornadas consecutivas sumando y que solo interrumpió con un empate en Albacete, uno de los campos más inaccesibles de la categoría, una serie de tres victorias en las que se deshizo de Cádiz, Elche y Alcorcón.

Ahora mismo y con un encuentro por disputar cada uno antes de su próximo encontronazo, al Mallorca y el Oviedo les separan dos puntos, por lo que además del signo del encuentro será muy importante el marcador final, que podría establecer luego diferencias a través del golaverage directo. De momento, el balance entre ambos está igualado, ya que empataron a uno en el choque de la primera vuelta del Carlos Tartiere.

La primera salida del mes de marzo también será compleja y llevará al equipo a Las Palmas. El conjunto canario, que esta semana ha vuelto a las andadas (perdió el sábado en Alcorcón) y se encuentra anclado al ecuador de la clasificación, está también muy lejos de la parte alta. En estos momentos le separan siete puntos de la sexta posición que marca la zona de playoff y que ocupa el Cádiz, por lo que ya no podrá permitirse más recaídas.

Para acabar el mes y tener una composicion más global del mapa de la liga y de su situación sobre él, el Mallorca se cruzará con dos equipos de la parte baja y diferentes perspectivas. Primero el Zaragoza, en Palma, y una semana más tarde el Córdoba, en el Nuevo Arcángel. Dos duelos al límite, en cualquier caso, que abrocharán un marzo que está llamado a marcar tendencia en uno u otro sentido para la escuadra de Vicente Moreno.