Los futbolistas del Mallorca celebran un gol durante el último partido de 2018, en el que derrotaron al Nàstic en Son Moix. | MIQUEL A.CAÑELLAS

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La plantilla del Mallorca empezará a desmontar este mismo domingo el árbol de Navidad. Se acabaron las vacaciones para el conjunto que dirige Vicente Moreno, que tiene una cita en Son Moix para recoger ese hilo que dejó colgando después de ganarle al Nàstic de Tarragona en la última jornada de 2018 y seguir tirando de él, ahora ya sin interrupciones, durante los próximos meses de competición.

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Con 30 puntos en la mochila y mucho más cerca de las cumbres de la liga que del barranco —el equipo es octavo, a dos puntos de las plazas de playoff—, los jugadores del Mallorca pondrán fin a una semana de vacaciones que habrá servido para desconectar de la presión de los últimos meses y tomar algo de impulso de cara a lo que se avecina. Entre otras cosas, porque a la formación de Son Moix le espera un comienzo de año lleno de baches y curvas que, muy probablemente, le ayudará a definir su objetivo en el campeonato. Todo ello sin perder de vista el escaparate del mercado de invierno, que durante los próximos días levantará oficialmente la barrera y en el que la dirección deportiva podría encontrar las piezas que necesita la plantilla para resolver algunas de sus posibles carencias o, simplemente, dar un paso más en sus aspiraciones.

El primer compromiso que tiene en mente el Mallorca le llevará el día de Reyes hasta Almería (6 de enero, 12.00 horas) para enfrentarse a un rival que también quiere mirar hacia arriba y, sobre todo, poner fin a una serie de tres empates consecutivos en casa.
A partir de ahí, la carretera se irá empinando más todavía para el cuadro mallorquinista, que cerrará la primera vuelta a continuación (sábado 12 de enero, 20.30 horas), recibiendo a un Deportivo que acabó el año perdiendo en Cádiz y necesita alimentos en forma de puntos para no perder el paso con respecto a los principales candidatos.