Aspecto de la Sala el día que se celebró el juicio, el pasado mes de julio. | Jaume Morey

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Mateu Alemany gana, Gregorio Manzano pierde. El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma dictó ayer sentencia en la que desestimó la demanda del entrenador jienense y su ayudante Gonzalo Hurtado contra los administradores sociales del Real Club Deportivo Mallorca SAD encabezados por el entonces presidente y, subsidiariamente, contra Álex García, José Miguel García, Miquel Vaquer y la familia Mingarro, absolviendo a estos últimos de las pretensiones de los demandantes.
Tanto Manzano como su entonces colaborador demandaban cantidades adeudadas en la temporada 2009-10 (1.932.915’78 y 176.547’89 euros, respectivamente) cantidades no reconocidas en el posterior concurso de acreedores. La sentencia, notificada ayer, no es firme. Cabe recurso de apelación contra la misma ante la Audiencia de Palma.
Durante el juicio por esta causa, que se celebró a mediados del pasado mes de julio, Gregorio Manzano señaló que confiaba en Alemany y que no esperaba el concurso de acreedores. El entrenador jienense, que reconoció que durante el mandato de Vicenç Grande se fue implicando de lleno en la política deportiva del Mallorca y que las cantidades exigidas se incluyen en los acuerdos sellados en su día con el promotor (enero 2008), admitió también que en plena crisis tras los problemas del Grup Drac, en enero de 2009, se puso en contacto con Alemany para que se hiciera cargo de la situación. «Él me había llamado a mí para que viniera en 2006 y en el marco de esa buena relación, Nando (Pons) y yo le pedimos que volviera», destacó durante el juicio.
Sorprendente
El jienense, que actualmente se encuentra en China, donde dirige al Beijing Guoan, tenía claro que Alemany impondría una política de austeridad a su vuelta, pero en ningún caso contaba con que la sociedad acabaría agarrándose al concurso de acreedores. «Cuando le vendió el club a los Mingarro me dijo que tenía plenas garantías y diez días después empezaron los disparates», explicó durante una sesión.
Manzano destacó igualmente que fue citado en Son Moix una tarde de enero de 2010 y que allí fue informado de que la entidad entraría en preconcurso.
«Me dijeron que calmara a la plantilla y que no pasaría nada. Y meses después, que me buscara un buen abogado porque me haría falta. Así lo hice y nos reunimos durante un viaje a Zaragoza. Le pedí a Mateu que volviera, pero también que se hiciera cargo de las obligaciones del club».
Mateu Alemany y su defensa se esforzaron en subrayar que a su entrada en el club se encontraron con el contrato del técnico ya firmado y que su resolución hubiera resultado inasumible para las arcas del Mallorca.
Al final, le han vuelto a dar la razón al expropietario y expresidente del club balear. Otro varapalo para Gregorio Manzano.