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Llorenç Serra Ferrer y Utz Claassen han enterrado los explosivos... hasta el 30 de junio. Los accionistas, que habían descorchado la semana con una acalorada reunión que al final solo sirvió para mantener a José Luis Oltra agarrado al banquillo del Mallorca, reanudaron ayer sus conversaciones y establecieron una nueva alianza, liberada de «pactos y contratos», con la que pretenden mantener el orden interno y evitar un colapso en la gestión que acabe saturando las arterias de la entidad. Enzarzados en múltiples batallas desde hace poco más de dos años, el pobler y el alemán abogan ahora por guardar las formas y, sobre todo, por cerrar filas en torno a un fin deportivo común: el regreso a Primera División.

Según los apoderados que representan a uno y otro en el órgano de poder del Mallorca (Tolo Martorell, que a partir de ahora será apoderado ejecutivo, y Michael Blum), durante el encuentro en el que se sentaron las bases del armisticio -se representó lejos de las oficinas de Son Moix y al margen de los focos- se cerraron muchos de los cortes abiertos a lo largo de la maratoniana reunión del lunes y se abordaron «todos los temas importantes» que afectan al club. Siempre desde una atmósfera «profesional y constructiva» y atendiendo incluso a ciertas ideas de futuro.

Bases

Ni uno ni otro expusieron las bases sobre las que se sustenta el tratado de paz, pero la primera consecuencia de este acercamiento es el nombramiento de Toni Prats como director deportivo. A su vez, parece que entre ambos existe la voluntad de mostrar un talante más conciliador, aunque será la propia vida del club la que defina la solidez del último apretón de manos que uno y otro han forzado para que la sociedad no solo no se desangre, sino que también respire, aunque sea de forma casi asistida.

El último gran desencuentro entre Llorenç Serra Ferrer y Utz Claassen estaba aún muy fresco cuando decidieron volvieron a sentarse en torno a una misma mesa y empezar de nuevo. O al menos retomar sus relaciones desde un punto de intermedio, ya que más allá de este nuevo pacto de mínimos van a seguir enfrentados en otros aspectos y entre ellos flotan aún ciertas demandas pendientes. En este caso, además, la chispa que provocó el incendio partió de la parcela deportiva, inflamada ahora por la mala trayectoria del equipo. Después de semanas de incertidumbre por los malos resultados, Serra quiso dar un paso al frente para ejecutar la destitución de Oltra, pero su maniobra fue vetada por Claassen. Amparándose en la escasa confianza que le ofrecía el nombre propuesto por el pobler para sustituir al entrenador valenciano (Lluís Carreras), el alemán taponó el relevo mientras planteaba la posibilidad de que ese puesto fuera para Miquel Ángel Nadal. Ese bloqueo propició que, casi a continuación, Serra renunciara al cargo de director deportivo a través de un comunicado dirigido a los consejeros.

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Ahora está por ver en qué términos se mueve la alianza y cómo le afectan los vaivenes de los próximos meses. De momento, mañana se enfrentará a su primera gran prueba durante el consejo de administración previsto en Son Moix.

Toni Prats es desde ayer el director deportivo del Real Mallorca, cargo que ocupaba hasta el pasado lunes el máximo accionista del club, Llorenç Serra Ferrer. La decisión de nombrar al exguardameta de Mallorca, Celta y Betis como nuevo responsable del área deportiva se confirmó ayer después de la reunión que mantuvieron el consejero alemán, Utz Claassen y Serra Ferrer. Prats es el delfín de Serra, el hombre que ha permanecido fiel al 'pobler' y que durante estos últimos años ha sido el responsable del fútbol base con sede en Son Bibiloni. Desde hace ya varios meses, Prats ha sido la sombra del vicepresidente, con quien ha viajado a los desplazamientos del primer equipo y mantenido una estrecha relación profesional debido a la amistad que mantienen ambos desde hace ya muchos años. Fue precisamente el propio Serra Ferrer quien confió en Prats a la hora de darle la oportunidad en el fútbol profesional y le dio a conocer situándolo bajo los palos del equipo balear.

Abmos coincidieron también en el Real Betis y el destino volvió a unirles cuando se inició el proyecto del máximo accionista en el club balear. Con anterioridad Toni también había trabajado en Son Bibiloni con otros propietarios, pero ha sido en esta época cuando más se ha consolidado y más peso ha tomado en las oficinas del club.

Con su nombramiento, Serra Ferrer ha situado en este cargo a un hombre de los suyos y por lo tanto todo seguirá igual que hasta el pasado lunes y quien continuará marcando la línea a todos los niveles será el propio Serra.

El cargo al que ha accedido Prats previsiblemente tiene fecha de caducidad y todo indica que desempeñará su función hasta final de temporada, aunque ayer este extremo no se confirmó y se dejó en el aire. Este nombramiento está enmarcado en el acuerdo

o pacto de sostenibilidad al que han llegado Serra y Claassen para tratar de llegar a final de temporada, momento en que todo tendrá que volver a replantearse, también el cargo de director deportivo. La gestiones en estos momentos, sobre todo por lo que hacer referencia al primer equipo, son muy limitadas ya que se desconoce la categoría en la que militará la próxima temporada y los condicionantes que van a rodear a la realidad del club. A partir de ahí se reduce mucho la capacidad de maniobra del director deportivo, sea quien sea ya que también se ha cerrado el mercado de invierno.