El accionista alemán Utz Claassen abandona el estadio de Son Moix en su vehículo, mientras el presidente Biel

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El nuevo orden se instala en el Real Mallorca. El consejero alemán Utz Claassen tomó ayer el mando del club balear tras alcanzar un pacto de mínimos con el máximo accionista, Llorenç Serra Ferrer, para hacerse con el control de la entidad. Gabriel Cerdà, que hasta el pasado jueves controlaba la institución, queda despojado de todo el poder y su destitución como presidente es cuestión del tiempo que él mismo tarde en convocar al consejo. De hecho, apuntó tras la reunión que no descarta «dimitir»...

Utz Claassen, que quiere que el consejo sea el centro de poder del club, monopolizó todos los focos en la rueda de prensa de ayer, que concluyó al filo de la medianoche, escoltado por los dos nuevos apoderados de la entidad: Michael Blum, su jefe de prensa y que también asumirá el cargo de director general, y Tolo Martorell, un hombre de confianza del pobler. Toda una declaración de intenciones y que confirma la alianza alcanzada entre ambos. De momento, Serra Ferrer sigue como director deportivo y vicepresidente. En la reunión celebrada ayer también se acordó el regreso del gerente Juan Barrios y de la secretaria de presidencia Cati Guasp, despedidos por Serra el pasado año.

NUEVO ESCENARIO

Utz Claassen asume el rumbo del club con plenos poderes

Después de la ruptura total, del fin de la era Serra-Cerdà, el ingreso de Claassen a la pasarela institucional parecía cuestión de tiempo. Tras la dimisión del pobler como apoderado, una decisión que dejaba sin poder al pollencí, todos los focos comenzaron a iluminar al alemán. El tercer accionista, con un 20 % de los títulos, había optado por presenciar desde la barrera la guerra total entre los dos apoderados, vinculados por un pacto de sindicación firmado el pasado verano y que hace dos meses escenificaron su divorcio. Desde aquella noche, Serra Ferrer se fue escorando hacia Claassen. Era la única bala que le quedaba.

CERDÀ, SENTENCIADO

Será destituido como presidente en el próximo consejo

Cinco meses y medio después, la era de Gabriel Cerdà a los mandos del Real Mallorca llega a su fin. De hecho, según confirmó anoche Utz Claassen, el presidente tiene 30 días para convocar al consejo en el que se votará su destitución... Será el fin a una tormentosa aventura por la poltrona del club. Su pacto de sindicación con Serra Ferrer le permitió controlar la entidad. De principio a fin. Asumió todo el poder, relegando al máximo accionista a la parcela deportiva. Unica y exclusivamente. Sin embargo, la unión comenzó a agrietarse. Sus diferencias con el pobler se hicieron cada vez más evidentes... hasta que la cuerda se rompió hace dos meses. En un consejo de administración, Serra dio un portazo y comenzó a insultar a su antiguo aliado. Fue el principio de un fin redactado anoche. Será destituido como presidente en breve y todo apunta a que Utz Claassen será el nuevo presidente.

SERRA FERRER

Continúa como director deportivo y vicepresidente

Durante la reunión del consejo de administración de ayer no se trató el futuro de Serra Ferrer, que se mantendrá en el cargo como director deportivo y seguirá siendo el vicepresidente de la SAD balear. Eso sí, ya no tendrá ningún poder ejecutivo en la entidad al haber presentado su dimisión como apoderado el pasado jueves. Deberá consensuar todas las decisiones que adopte en el plano deportivo con Utz Claassen y el resto del consejo de administración.

EXPERIENCIA DE CLAASSEN

El alemán fue presidente del Hannover durante tres meses

Nacido el 7 de mayo de 1963 en Hannover, Utz Claassen ingresó en el club balear en noviembre de 2010 al adquirir el 10 % del paquete accionarial de Mateu Alemany, una cifra que dobló un año después al comprar el mismo porcentaje de títulos a la familia Nadal. En 1997, con apenas 34 años, se convirtió en presidente del Hannover, que entonces militaba en Tercera División. Dimitió tras tres meses en el cargo, y después de que las autoridades locales le aconsejaran que acudiera con guardaespaldas al palco para evitar agresiones. Se marchó porque no podía consentir que su familia fuera amenazada, según ha explicado. Sus obras sobre la crisis financiera y la reestrucuracion económica han tenido gran acogida en Alemania y llegaron a figurar en las listas de best-sellers de su país.