El mexicano Giovani Dos Santos habla con el árbitro Walter López. | EDGARD GARRIDO

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El Mallorca aguarda el regreso de Giovani dos Santos. Después de acumular dos empates con olor a derrota con la selección mexicana, que complican el futuro de la Tricolor para el Mundial de Brasil, Gio deberá cambiar el chip, enfundarse de nuevo el traje de rojillo y asumir una porción notable del caudal ofensivo de cara a la batalla por la salvación del próximo domingo en Son Moix ante el Deportivo.

El futbolista llegará esta tarde a la Isla -se pierde la sesión preparatoria de esta mañana- con el depósito anímico y físico en reserva. Aunque en principio regresa sin ninguna lesión -en la madrugada del martes al miércoles disputó los noventa minutos ante Estados Unidos-, Gio acumula una carga de partidos notables en las últimas semanas. De hecho, encadena dieciséis encuentros seguidos con el Mallorca y ha disputado los tres de su selección en los últimos cuatro meses.

Para Manzano, el 9 bermellón es un futbolista capital. El eje sobre el que gira el grupo balear. Despojado del corsé táctico, de las cadenas de Caparrós, Giovani está ofreciendo su mejor versión desde el aterrizaje del técnico jienense. Su zurda se ha convertido en el principal surtidor de balones para sus compañeros de ataque.

Con la Tri , Giovani aún no ha podido esparcir toda su calidad en los tres últimos choques. Pese a formar junto a Chicharito Hernández, el futbolista del United, una de las parejas ofensivas más temibles del torneo, el mallorquinista todavía no ha estrenado su cuenta como goleador y no ha podido mostrar el talento que sí ha aparecido en la mayoría de sus partidos como internacional. De hecho, en las últimas campañas la selección mexicana había servido como bálsamo para el jugador, que en sus clubes se mostraba irregular. Ahora, en cambio, parece suceder lo contrario. Mientras que está brillando con el Mallorca, gozando de la continuidad que reclamaba, sus últimos choques con México han desembocado en tres empates decepcionados para el y para todo el país azteca.

Después de haber recorrido más de 20.000 kilómetros en la última semana, vuelve cabizbajo. El empate frente a Estados Unidos (0-0) que se suma a las tablas en Honduras (2-2) la semana anterior, agranda la brecha de la Tri en el hexagonal. México todavía no conoce la derrota, es penúltimo en su grupo y la gran decepción de un torneo que repartirá tres cupos directos a Brasil 2014 y el que ocupe el cuarto lugar jugará la repesca contra el campeón de Oceanía.

México es uno de los dos países de América, junto a Brasil, que ha accedido a los octavos de final de cada uno de los cinco últimos mundiales. Hoy estaría fuera del de 2014, pero aún quedan siete encuentros por disputar. Ahora deberá demostrar que es el Gigante de la Concacaf en sus dos próximas apariciones en las difíciles canchas de Jamaica y Panamá y ratificarlo cuando reciba en el Azteca a Costa Rica, Honduras y Panamá, a los que está obligado a vencer de local.

En sus próximas apariciones, México visitará a Jamaica el 4 de junio, en un partido adelantado, y a Panamá, el 7, cuando Estados Unidos visitará a Jamaica. Cabe recordar que el combinado azteca participará en la Copa Confederaciones de Brasil del 15 al 30 de junio. Allí se verá las caras con la selección española, que buscará el único título que falta por conquistar a la generación de oro del fútbol español.

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