Manzano se abraza a Joan Mesquida, entrenador de porteros, tras el partido de Granada. | Miguel

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Rejuvenecido tras la eclosión de Granada, el Mallorca quiere aprobar ahora una asignatura que tiene pendiente desde hace más de una década. El conjunto insular, incapaz de coser dos victorias seguidas en lo que va de temporada, intentará desmelenarse del todo frente al Sevilla, la mayor bestia negra que ha desfilado por Son Moix durante el siglo XXI. Principalmente, porque los andaluces solo han doblado una vez la rodilla en el Camí dels Reis y de eso han pasado ya 13 años y casi dos meses.

La última derrota hispalense en Palma y la única que ha padecido en el actual centro de operaciones rojillo data del siglo pasado. De finales de 1999, concretamente. El Mallorca, liderado entonces por Fernando Vázquez (hoy técnico del Deportivo) se imponía claramente en el marcador al Sevilla de Marcos Alonso, en el que fueron titulares, entre otros, Carlos Marchena, el exbermellón Héctor Berenguel o el segundo entrenador del conjunto balear, José María Mami Quevedo. Al Mallorca le costó encontrar el camino y no abrió la lata hasta el último cuarto de hora, cuando los goles de Prieto, en propia meta, Carreras e Ibagaza destrozaron a un rival que meses después acabaría perdiendo la categoría. El delantero uruguayo Marcelo Zalayeta recortaría terreno de manera estéril con el tiempo casi cumplido (3-1).

Racha excelente

A partir de ahí, el Sevilla ha encadenado seis empates (en las temporadas 2003-04, 2005-06, 2006-07, 2008-09, 2010-11 y 2011-12) y cinco triunfos. Uno de los más abultados corresponde a la campaña 2001-02, en la que el cuadro andaluz ganó (0-4) con dos goles de Moisés, uno de Olivera y otro de Casquero. Al año siguiente (1-3) los verdugos fueron el exdelantero del Atlètic Balears Antoñito, con dos tantos, y Reyes, que remontaron una diana de Etoo. Más ajustada fue la actuación de los hispalenses en la 2004-05, resuelta con un gol del brasileño Julio Baptista.

Los dos últimos triunfos sevillistas se escenificaron en las temporadas 2007-08 (2-3, con goles de Güiza y Webó para los locales, y Renato, Kanouté y Daniel Alves para los visitantes) y 2009-10 (1-3, con tantos Mario Suárez para los bermellones y Navas, Dragutinovic y Perotti para los sevillistas).

Sin embargo y más allá de la competición regular, hay otro precedente, mucho más cercano, que también incomoda al Mallorca. Y es que esta temporada el conjunto bermellón se despidió de la Copa del Rey después de ser arrollado en el partido de ida de una eliminatoria totalmente rota (0-5).

Uno de los goleadores en esa terrible y fría noche de diciembre fue precisamente Antonio Luna, hoy rojillo. El lateral izquierdo, baja para el sábado salvo que el Mallorca abone una compensación de 150.000 euros, explicaba ayer que entendería que el club balear no contara con él de cara al decisivo encuentro.