El delantero mexicano de la Real Sociedad Carlos Vela (d) lucha un balón con el defensa escocés del Mallorca Alan Hutton (i). | Efe

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Real Sociedad 3 - 0 Mallorca

Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez, Elustondo, Iñigo Martínez, José Ángel (Estrada, min. 75); Illarramendi, Rubén Pardo, Xabi Prieto; Griezmann, Chory Castro (Diego Ifrán, min 90) y Vela (Agirretxe, min. 75).

Mallorca: Calatayud; Luna, Nunes, Geromel, Hulton; Tissone (Alfaro, min. 75), Javi Márquez, Nsue (López, min. 59), Giovani; Hemed (Martí, min. 33) y Casadesús.

Árbitro: Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro). Expulsó a Javi Márquez en el minuto 29 por doble amonestación. Tarjeta amarilla a José Ángel, Diego Ifrán, Hemed.

Goles: 1-0, min. 55: Chory Castro. 1-1, min. 70: Vela. 3-0, min. 87: Ifrán.

El Mallorca anda metido en un lío de proporciones siderales. Tan profunda es su crisis, que archiva otro capítulo de la Liga en coma y respirando de manera asistida. Sacudido por un par de decisiones arbitrales injustas y desbordado por la insistencia de la Real Sociedad, el equipo de Caparrós vive ya en la más absoluta oscuridad. Abandonado a su suerte y marginado junto al extremo inferior de la clasificación, el cuadro rojillo se arrastra sin remedio hacia el abismo.


El Mallorca, que lanzó un farol de salida tratando de intimidar a su anfitrión, se arrugó después en su parcela del campo para protegerse y buscar otro camino en dirección a Bravo. Con un once marcado por la presencia de Hutton y Tissone, el conjunto de Caparrós empezó a ser objeto de acoso por parte de la Real. Tímido, eso sí, porque a pesar de amontonar hasta cinco llegadas al área balear, ni una inquietó realmente a Calatayud. Daba la sensación de que los donostiarras se plantaban en la orilla visitante con la fuerza justa, de que perdían el gas en cuanto se topaban con la mirada del portero malagueño. Los isleños, por su parte, lo fiaban todo a la magia de Gio. Más allá de la verja del centro del campo, las botas del mexicano eran el embudo que filtraba cualquier acometida. Independientemente del peso que tuviera.
Con la Real avanzando a milímetros y el Mallorca con el rostro tapado, el mayor de los Teixera Vitienes le dio un revolcón al partido. Básicamente, porque sacó del plano a Javi Márquez en no más de seis minutos. Después de una amonestación justa y merecida, el árbitro cántabro pecó de riguroso al castigar como mano otro rebote sobre el cuerpo del catalán. Se alcanzaba el primer tercio del duelo y el mediocentro bermellón se marchaba indignado a la ducha.

Caparrós tapó el agujero con Martí y de ahí hasta el descanso tampoco se hizo palpable la superioridad de los de Montanier, que tienden a atascarse cuando el guión les favorece. No sólo no cambiaron de dirección sino que además se llevaron un susto importante cuando el colegiado le perdonó la expulsión a José Ángel después de tocar el cuero con la mano.

La segunda parte arrancó con el campo inclinado en dirección a Calatayud. El Mallorca aguantaba el tipo, pero entre Griezmann y Carlos Vela abrieron un pasillo por el costado izquierdo del ataque realista y aunque el portero bermellón repelió el misil del mexicano su rechace fue a parar a las botas del Chory Castro, que encontró, con un preciso derechazo, la única brecha que había camino de la red. Golazo y mazazo (minuto 54).
Caparrós abrió el cajón a la caza de soluciones, pero sin arriesgar demasiado. El Mallorca seguía viviendo en la cueva y a excepción de un cabezazo de Nunes que puso en aprietos a Bravo en un saque de esquina aislado, no volvió a alzar los brazos. Además, cinco minutos después Vela despacharía el choque tras burlarse de Geromel, sacándole brillo a un pase bañado en oro de Rubén Pardo. Sin embargo, no terminaría ahí la pesadilla. Faltaba el gol de Ifrán para certificar que el Mallorca se ha quedado sin luz.