El consejo no se llegó a celebrar por la incomparecencia de varios miembros del mismo. | Teresa Ayuga

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El Mallorca se ha convertido en un circo. La institución recibió ayer otro golpe durísimo a su línea de flotación, a su imagen y a su credibilidad. La reunión del consejo de administración, que se antojaba crucial en el futuro más inmediato de la SAD balear, ni siquiera llegó a celebrarse por la incomparecencia del bando que capitanea Llorenç Serra Ferrer. El presidente en funciones no acudió a su cita con los consejeros hostiles (Pedro Terrasa, Utz Claassen y Pep Roig) y después tuvo que dar marcha atrás y pedir disculpas. Surrealista. La imagen del pobler abandonando Son Moix a lo Ujah -entre la oscuridad, por la grada y en silencio- refleja el esperpento vivido en la tarde de ayer, un escenario más propio de un vodevil que de un club de fútbol...

La película comenzó a rodarse a primera hora de la tarde. Minutos antes de las 16.00 horas, Utz Claassen, Pedro Terrasa y Pep Roig desfilaban por Son Moix para acudir a la reunión del consejo, una cumbre con tres puntos en el orden del día: la aprobación del nuevo modelo de gestión, el nombramiento del consejero delegado y del presidente.

En una habitación de al lado Serra Ferrer, Miquel Coca, Julián Carnicero... y Biel Cerdà. Precisamente la actuación de éste último está generando desconcierto entre las dos facciones.

Enfado de Serra

Minutos más tarde de la hora fijada para iniciar la reunión, Serra prendió la mecha del esperpento. Sabedor de que el pollencí iba a votar a favor del nuevo modelo de gestión, montó en cólera. El pobler fue retrasando deliberadamente su entrada en escena, en un acto de prepotencia sin precedentes, mientras Pedro Terrasa, Utz Claassen y Pep Roig seguían esperando sin que nadie les comunicada nada.

La actitud de Serra colmó la paciencia tanto del segundo como del tercer máximo accionista de la SAD balear y del representante de las peñas, que abandonaron Son Moix con la cara de indignación reflejada en el rostro. Eran las 16.35 horas y la reunión ya había terminado antes de celebrarse... Lo nunca visto.

Por la tarde, los acontecimientos en la sala de máquinas del estadio se sucedieron. En un despacho, Biel Cerdà y Serra Ferrer, departían de forma amistosa, siendo objetivo de las cámaras.

Al filo de las ocho menos cuarto de la tarde, Serra Ferrer protagonizó una escena esperpéntica al huir de Son Moix al más puro estilo de Ujah. Algún periodista trató de alcanzar al pobler a la carrera, pero éste se negó a explicar lo sucedido. A esa hora, no obstante, ya se conocía que el presidente en funciones, a través de un comunicado (aparece en la parte superior derecha de esta información), había pedido disculpas a los consejeros plantados y que todo se debía a un «malentendido»...

Minutos después de la estampida de Serra, Biel Cerdà compareció en una improvisada rueda de prensa para explicar los detalles del entuerto. El consejero insistió en que el retraso se debió a que estaban «matizando» algunos puntos del nuevo modelo de gestión ideado por Utz Claassen.

Asimismo, en la misma nota, Serra Ferrer emplaza a los consejeros a celebrar la reunión este mediodía -hoy no tendrá lugar- o del próximo viernes a las 19.00 horas. Aunque se barajan esta dos fechas, lo más probable es que el cónclave no se celebre hasta el próximo lunes. Una vez más, el caos reina en Son Moix.