En opinión de Utz Claassen, el Mallorca se juega su futuro no sólo deportivo, también institucional y financiero y por esto, asegura el germano, que el anterior modelo de gestión está obsoleto y debe ser cambiado. | Pere Bota

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Utz Claassen asegura que no tiene ningún pacto «de ningún tipo» con Biel Cerdà para aupar al consejero de Pollença al puesto de consejero delegado y niega que por el hecho de que el propio Cerdà apoyara su idea de destituir a Jaume Cladera, ahora él deba darle algún favor en forma de apoyo para situarle en lugar preferencial en el órgano de poder del club.

Ultima Hora localizó ayer al consejero alemán en su retiro vacacional, donde trata de descansar unos días junto a su familia y ante la situación de incertidumbre por la que atraviesa el club, Claassen quiso aclarar un punto fundamental. «Hay tres accionistas mayoritarios; Serra Ferrer, Pedro Terrasa y yo mismo y los tres pueden presentar propuestas. Soy una persona cortés y lo normal es que el vicepresidente y presidente en funciones proponga qué hacer a partir de ahora. En esos momentos valoraré sus propuestas, las analizaré y me formaré una opinión», dijo Utz Claassen.

El alemán explicó que todavía no ha decidido realizar ninguna propuesta, pero sí matizó varios puntos. «Para evitar especulaciones falsas, no he pactado nada con nadie, lo importante es el club y este, en mi opinión, necesita un cambio fundamental», explicó el teutón.

Situación

Sin entrar en detalles, Claassen explicó que deportivamente, financieramente, legalmente e institucionalmente hay problemas. «Estamos cerca del descenso, los resultados de explotación son muy negativos, la demanda del G-30 nos puede traer muchos problemas graves y desde el punto de vista institucional no hace falta añadir nada más. En todos los aspectos este club necesita un cambio radical», dijo el consejero del Mallorca.

Pero Claassen fue un poco más allá en su reflexión. «No es cuestión de repartir cargos, es momento de gestión, de una gestión diferente. Hay que modificar procesos, apostar por la gestión, no por los puestos vacantes. Esto para mí es innegociable. Se hace imprescindible un cambio», manifestó Utz Claassen. La dimisión de Jaume Cladera y el nuevo escenario que se ha creado, da la posibilidad al club de iniciar, según Claassen, una nueva etapa. «El Mallorca tiene una oportunidad única y singular de marcar los tiempos en un nuevo modelo de gestión. Es una situación difícil y complicada, pero esto nos obliga a introducir nuevas ideas, ser responsables. Tenemos el ejemplo anterior con Jaume Cladera, que hacía muchas cosas lejos del consejo y estamos a dos puntos del descenso, con unas perdidas de 50.000 euros diarios según el resultado de explotación y con demandas peligrosas. El viejo modelo de gestión ha fracasado y necesitamos otro», indicó el consejero del Real Mallorca. De momento, y a la espera de noticias por parte de Serra Ferrer sobre lo que quiere hacer, Claassen se atreve a anunciar por dónde debe pasar el futuro del Mallorca partir de día 2 de enero. «Hay que buscar una solución inteligente e integradora, sobre todo integradora. No es un tema de pactos, ni de negocios, ni de bandos de un sitio o de otro, es un tema de discusión del discurso de integración que debe regir los destinos del club. El futuro depende de que todos estemos involucrados y de que todos nos comportemos con responsabilidad», indicó Claassen. Para el aléman se debe apostar por un proyecto «donde prevalezca la democracia por encima de la dictadura. Donde no haya bandos y sí un proyecto común», declaró sobre su idea del futuro del Real Mallorca.

Por último, sobre la dimisión de Jaume Cladera, Claassen explicó que esta se ha producido «muy tarde». «Es un honor que haya preferido la dimisión a ver cómo era destituido, pero ahora no es momento de mirar hacia atrás y sí hacia el futuro», añadió.