PALMA. FUTBOL. JAUME CLADERA, PRESIDENTE DEL REAL MALLORCA EN RUEDA DE PRENSA. MAS FOTOS EN EL DISCO DEL 30-01-2012 | Teresa Ayuga

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Los números del Real Mallorca de la pasada temporada no han superado el corte de los auditores. El club balear ha citado para el lunes a su consejo de administración para reformular las cuentas anuales 2011/12, aprobadas en la reunión del pasado 8 de octubre tras un largo y agrio debate que agigantó la fractura que padece el órgano de gobierno de la entidad.

Los profesionales que durante las últimas semanas han evaluado las cuentas del Mallorca han reforzado la tesis defendida con vehemencia por Utz Claassen, Pedro Terrasa y Pep Roig, que votaron en contra al estimar que existían serias irregularidades. La falta de provisionamiento de las demandas interpuestas ante el tribunal de arbitraje del COE por los clubes adheridos al G-30, es probablemente uno de los principales argumentos esgrimidos por el equipo auditor. En esta tesitura, el presidente Cladera se ha visto en la obligación de dar un paso hacia atrás y convocar de nuevo al consejo.

El Mallorca sacó adelante el pasado mes de octubre (5 votos a favor y 3 en contra) las cuentas de la temporada 2011/12 y el presupuesto para la 2012/13, aunque después de una nueva batalla campal. Además de las discrepancias que se originaron a raíz del trato contable que debían recibir las denuncias originadas por el cambio de operador televisivo; la inclusión en el capítulo de ingresos de los casi 15 millones de euros de la quita del concurso de acreedores fue otro de los puntos más calientes del cónclave.

De hecho, gracias a esta maniobra, el Mallorca cerró las cuentas con un superávit de casi 3 millones, si bien el resultado operativo arrojó un saldo negativo de 11 millones de euros.

El club ingresó durante el curso anterior unos 4 millones menos que en la campaña 2010/11, aunque gastó mucho más. Se duplicaron los gastos de explotación: 6'7 millones en la 10/11 y 12 en la 11/12; y también se dispararon en servicios exteriores: 3'9 en la 10/11 y 6'4 en la 11/12. Se había presupuestado 30 millones de gastos, pero hicieron falta 40'5.

Tras una reunión de cuatro horas, Utz Claassen fue el más crítico con el papel de Cladera: «Su capacidad para desempeñar su cargo está tocada», advirtió el consejero germano, que controla un 20 por ciento del accionariado de la SAD.