José Manuel Ruiz, director general de IB3, en una reciente imagen. | Jaume Morey

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IB3 Televisió y el Real Mallorca han dejado de ser socios. Al menos sobre papel. El ente autonómico y la SAD balear han firmado la rescisión del contrato que les vinculaba hasta junio de 2014, todo un éxito de gestión para la cadena y un revés significativo para el cub, que en los dos próximos años debía recibir 5,8 millones de euros.

A cambio de dejar sin efecto el convenio -asunto que se había convertido en un objetivo prioritario para la nueva dirección de IB3-, el Mallorca recibirá una indemnización de 2,5 millones, aunque también quedará liberado de las obligaciones derivadas de un anticipo negociado en su día con Sa Nostra, cifrado en unos 4 millones, y que ya ha sido asumido por la cadena. Jurídicamente, el contrato entre IB3 y el Real Mallorca quedará resuelto el próximo 31 de diciembre, aunque a efectos prácticos su ruptura ya es un hecho.

Fuentes de IB3 Televisió próximas a la negociación, advirtieron que la resolución del contrato con el Mallorca se había convertido en un objetivo capital, fundamentalmente, porque absorbía un diez por ciento del presupuesto total de la cadena. «Estamos muy satisfechos con el acuerdo que se ha cerrado porque en estos momentos no podemos permitirnos un convenio de esta magnitud. Para la cadena supondrá un ahorro muy importante y un alivio para su situación financiera», valoró a este diario un portavoz del ente.

La rescisión de este contrato se enmarca dentro de la política de austeridad iniciada por IB3 tras el nombramiento de José Manuel Ruiz como director general, que se ha propuesto ajustar los gastos de la Autonómica a la nueva realidad económica. Meses atrás, Carlos Hérnandez, responsable de Deportes de la cadena, también traslado a los clubes baleares de Segunda División B que las nuevas restricciones presupuestarias impedirían renovar los acuerdos que se habían suscrito temporadas atrás.