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La tensión entre el Real Mallorca y los gestores del G-30 se coció a fuego lento. Días antes de que Jaume Roures, el presidente de Mediapro, cargara públicamente contra Serra Ferrer y Jaume Cladera por la ruptura del contrato televisivo que unía a la SAD balear y a la plataforma, el club isleño mantuvo un agrio intercambio de golpes, a través de burofaxes, con el grupo que englobaba a los clubes modestos.

Ultima Hora ha tenido acceso a dos de esos documentos, que reflejan el divorcio absoluto entre los gestores del Mallorca y G30-Mediapro, su operador amigo hasta prácticamente las vísperas de firmar su nuevo contrato con Prisa Televisión.En uno de ellos, fechado el pasado día 10 del presente mes de septiembre, el abogado del G30 y vicepresidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, se dirige al consejo de administración del Real Mallorca al respecto de las liquidaciones de la temporada 2011-2012: «De forma consciente y deliberada, ustedes están mezclando conceptos en este sentido. Una cosa es la forma de pago pactada entre Mediapro y el G-30 y otra el modo que internamente el G-30 liquida cada temporada. Y ustedes saben muy bien esa diferencia», apunta la nota.

En dicho comunicado, aclara el conflicto económico: «Las cantidades que ustedes (por los dirigentes del Mallorca) han cobrado de Mediapro el mes de julio y los anticipos son cantidades que corresponden a la temporada 2012-2013, conforme al acuerdo G30-Mediapro. Otra cuestión diferente y que no afecta a Mediapro, es que el G-30 haya decidido repartirse el importe del contrato entre Mediapro y el G30 de forma diferente a la pactada. Por lo tanto, el reparto por temporada del G30 nada tiene que ver con los acuerdos Mediapro y esto es así desde la temporada 2009-2010», destaca la nota.

Javier Tebas, por cierto, responde al burofax remitido por el Mallorca a pesar de que «no está firmado por nadie»... Y va más allá al acusar al Mallorca de haber actuado «con mala fe». «Su actuación excede del ámbito civil, ya que siendo conocedores de esta situación desde hace más de tres temporadas, reiteradamente explicadas a su persona y sus empleados, han engañado a Mediapro y al G-30 para apropiarse de unas cantidades que no les corresponden».

Ese primer burofax, con fecha del pasado día 10, concluye: «Todo lo anterior, sin perjuicio de la demanda por la ruptura unilateral de sus obligaciones contractuales con el G-30».

La segunda misiva, fechada en Madrid el día 17, Javier Tebas comienza de nuevo con la «falta de educación y profesionalidad» de los gestores de la SAD balear al remitir un burofax «sin que aparezca ninguna persona física».

El abogado del grupo concreta que el G-30 no va a entrar en una guerra de burofaxes porque lo único «que pretenden ustedes es evitar las responsabilidades penales en las que están incurriendo por unos claros delitos de estafa y apropiación indebida», apunta el comunicado.

Asimismo, especifica que «Mediaproducción SL no les adeuda cantidad alguna como ustedes conocen perfectamente, no sólo por explicaciones en burofaxes anteriores, sino también por su pertenencia a la comisión del G-30 desde su inicio y por las explicaciones al presidente Jaume Cladera; su abogado Miquel Coca; su director general actual José María Durán; su gerente Juan Barrios y su anterior Consejero Delegado Pedro Terrasa».

También subraya que, sobre la actitud de deslealtades, «sólo repasen la conducta de su presidente Jaume Cladera y de su director general José María Durán, que han acudido a las últimas reuniones del G-30, siendo los auténticos artífices del engaño realizado a todo el grupo y también a Mediapro».

Javier Tebas, en el punto quinto de este burofax, asegura que Mediapro no retrasa ningún pago: «Una cosa es la obligación económica de Mediapro y otra cómo se reparten los clubes y SAD del G-30 el dinero que nos paga Mediapro de acuerdo con lo firmado, por nuestros acuerdos internos. Sobre las acusaciones personales que realizan, mi conducta es juzgada por los clubes y SAD del G-30 y hay testigos de todo lo que he hecho e informado», concluye la nota.