El accionista del Mallorca, Utz Claassen, ha ofrecido hoy una rueda de prensa. | Pere Bota

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Utz Claassen desgranó ayer la actualidad del Real Mallorca desde el punto de vista institucional y puso de manifiesto toda un serie de puntos conflictivos en la gestión de Serra Ferrer y Jaume Cladera y que pueden tener sus consecuencias de cara al futuro de la entidad. El alemán fue muy claro al asegurar que uno de sus objetivos es «trabajar para evitar que el club sea expoliado» y que se siente en la obligación de «luchar por el bien del Mallorca» debido a su condición de consejero.

En una rueda de prensa de casi dos horas de duración, Claassen trasladó a los periodistas la difícil situación por la que atraviesa el director general y consejero delegado del club, Pedro Terrasa, cuyo cargo será mañana propuesto para su destitución en una reunión que mantendrá el consejo de administración. El consejero alemán aseguró que haber sido «testigo de amenazas personales fuertes y graves contra él, amenazas —insistió— como yo en mi vida nunca he oído antes».

El alemán no quiso profundizar en este aspecto porque el proceso de destitución de Terrasa como director general «puede tomar cauces jurídicos y yo podría ser un testigo importante, pero insisto en que he sido testigo de amenazas hacia su persona que me han sorprendido mucho», manifestó. Cabe recordar que Pedro Terrassa es el segundo máximo accionista del club con un 25% de los títulos de propiedad y a raíz de la negativa del director general de vender sus títulos a Serra Ferrer, el vicepresidente ha forzado la situación convocando una reunión del consejo para abordar su destitución. La adquisición de este paquete por parte de Terrasa bloquea ahora toda posibilidad de venta por parte de Serra y Cladera a un tercero, algo que ha tirado por tierra los planes del vicepresidente y el presidente de realizar una venta del club ajustada a sus ideas.

Por otra parte, Claassen no entiende cómo Serra, Cladera y Miquel Coca tratan de trasladar a la opinión pública que existen dos frentes en el consejo, uno mallorquín y otro alemán. «Con estas afirmacioness y tratando de hacer este tipo de divisiones, Cladera trata de llamar a los instintos más bajos. Me faltan palabras para definir esta actuación, como también me faltaron en su momento cuando hizo referencia al Reichtag. El presidente parece haber olvidado que es el presidente de todos los accionistas del club, o lo ha olvidado o nunca ha llegado a entenderlo. Si se me puede acusar de algo es de que pertenezco al bando de la profesionalidad y la transparencia», aseguró Utz Claassen. Al hilo de esta situación, el consejero enumeró los numerosos enfrentamientos que Serra Ferrer ha ido abriendo a lo largo de su mandato llegando a producirse situaciones de distanciamiento con colectivos y profesionales. «Serra Ferrer ha tenido problemas similares al que tiene conmigo con la Federació de Penyes, con el agente de Pereira, con Larsen, Michael Laudrup, la familia Nadal, los administradores concursales, Mateu Alemany, Pedro Terrasa, Jordi Jiménez...¿son acaso todos ellos alemanes?», se preguntó Claassen. «Esto es la lista de Serra, aunque casi más es la lista de guerra de Serra Ferrer», puntualizó Claassen.

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Defensa

El consejero hizo una defensa a ultranza de los empleados del club calificando de «inhumano» que desde el propio consejo se hayan filtrado de forma interesada nombres de profesionales del Mallorca que supuestamente van a ser despedidos en breve. «Estos despidos se han filtrado y anunciado como ejecuciones públicas. Estos empleados tienen familias e hijos y han recibido con esta filtración un trato inhumano. Es la forma más baja de tratar a personas, es un comportamiento sin nivel y que demuestra falta de profesionalidad, decencia y educación. Me distancio de esta forma de actuar», precisó Claassen.

El economista aseguró en reiteradas ocasiones que el club se encuentra en una fase de «transición» declarando que su responsabilidad en esta fase es evitar «el daño a personas y a la propia institución», indicó.

«El presidente del Mallorca se ha descalificado tras la junta porque me acusó a mí cuando el error fue suyo. Lo que espero de este presidente es respeto y profesionalidad y que me permitan incluir mis asuntos en las órdenes del día. Debería velar para que las actas reflejen adecuadamente lo que se trata y actuar con profesionalidad y claridad». Claassen recordó en este punto que Cladera, como él dijo «es presidente por accidente y yo he invertido hasta 14 veces más que él en el club y también mucho más que el exsecretario del consejo, Miquel Coca». Tambien Claassen se mostró sorprendido por el hecho de que el propio Coca haya cobrado más de 300.000 euros por las gestiones que ha realizado desde el área jurídica. «Recuerdo que yo he realizado muchas gestiones en favor del club, he promovido iniciativas, viajado y realizado numerosos contactos y nunca he pedido nada. La actuación de Coca me da vergüenza», comentó.
Claassen calificó que el futuro del Mallorca, en manos de Serra y Cladera con el comportamiento que exhiben, «será caótico y sin rumbo» asegurando que desde su posición en el consejo, pese a no tener ninguna función ejecutiva, hara todo lo posible para que el club no sea «expoliado».