Biel Cerdà, Serra Ferrer y Jaume Cladera, en una imagen captada en Cort, con motivo de una visita al alcalde Mateu Isern. | Jaume Morey

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Serra Ferrer ha encargado a Biel Cerdà, consejero del Real Mallorca y uno de sus hombres de confianza en el consejo, que active la venta de las acciones del grupo que él controla (en total el 53%) y de esta forma acelerar su salida y la de los accionistas que entraron con él en el órgano de poder de la SAD Balear.

Paradójimante, mientras la actual propiedad anuncia su deseo de seguir involucrados en el proyecto, la realidad es otra y se están activando todos los mecanismos posibles para encontrar un comprador y hacer efectiva definitivamente su salida del Real Mallorca. En este sentido, cabe destacar que tanto Serra Ferrer como el propio Jaume Cladera han sufrido un desgaste personal muy importante este último año y medio y ahora, una vez que el Mallorca ha salido del concurso y se debe empezar a cumplir con las obligaciones del convenio, la situación necesita de un pulmón económico muy fuerte, algo de lo que no disponen ni Serra Ferrer ni ninguno de sus hombres de confianza, Jaume Cladera, Biel Cerdà y Miquel Coca. Además de tener que destinar 4,5 millones de euros del presupuesto del club durante diez años para cubrir las exigencias del concurso, también hay que confeccionar una plantilla de garantías y sobre todo estructurar el club en todas sus esferas. En ambas situaciones Serra Ferrer y su grupo de confianza han cometido errores de consideración y ahora prácticamente hay que volver a empezar de cero y ni las fuerzas, ni la ilusión, ni tampoco el apoyo es el que tenían cuando en el verano de 2010, Serra Ferrer tomó la decisión de entrar en el Mallorca como propietario. Los acontecimientos extradeportivos que han rodeado su gestión, la aparición de Utz Claassen y la querella presentada en contra del vicepresidente y del presidente y sobre todo la necesidad de contar con músculo financiero propio para invertir en el club, hacen que el planteamiento del vicepresidente sea abandonar el Mallorca a ser posible en los próximos meses, de ahí que se hayan activado los mecanismos para poner el club en el mercado y hallar un comprador.

Tal y como informó este periódico en su edición del pasado martes, desde Son Moix se está atendiendo ya a un nuevo interés por parte de un grupo inversor extranjero. Además, el propio Serra Ferrer y Jaume Cladera habían ya llegado a un acuerdo con un grupo suizo-alemán en el mes de enero para hacer efectiva la venta, en este caso, del 98% de las acciones del Mallorca. El propio club hizo público que rompía las negociaciones por los continuos desplantes de la parte compradora. Cladera nunca ha escondido públicamente que si se encuentra un inversor que atienda la demanda de inyectar dinero en el Mallorca, la intención del grupo de Serra es abandonar el club. Ahora este escenario, el de la venta del club, vuelve una vez más a activarse. Todo indica que el verano será otra vez largo.