Un momento del partido disputado en el Iberostar Estadio la pasada temporada entre el Real Mallorca y el Villarreal. | Monserrat

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R.C.D. Mallorca Mallorca 4

Villarreal Villarreal 0

Primera División | Jornada 24 | 19/02/2012 18:00 | Final

El enemigo público número uno para examinar la fiabilidad isleña, tras el batacazo sufrido en Málaga, y con la guillotina de las plazas del descenso como principal amenaza.

En uno de esos duelos que marcan una temporada, el Mallorca se exige ganar para tomar aire de cara a los próximos compromisos y proporcionarle a la hinchada un punto extra en un partido que se ha tomado como algo personal. Hay mucho que ganar en lo deportivo -la derrota podría empujar al equipo al fango de la clasificación- y también una dosis alta de motivación en lo puramente sentimental (18.00 horas, Son Moix).

La victoria supondrá escaparse de nuevo del peligro. No ganar dejaría al bloque de Caparrós a merced del destino y adentrarse en la senda más tortuosa del torneo. Pese a que en el vestuario nadie se ha mojado, el mensaje que lanza la afición ha sido reclamar a sus futbolistas que salgan enchufados al máximo y que luchen por una victoria que al menos servirá para aliviar el golpe.

Para este duelo, Joaquín Caparrós recupera a tres eslabones fundamentales, Ramis, Martí y Víctor, aunque la duda enfocará de nuevo al lateral derecho. La baja de Pau Cendrós y el «castigo encubierto» a Zuiverloon está provocando una herida abierta en esa zona que el técnico utrerano se resiste a taponar.

Durante la semana, ha probado a «Zui», Martí Crespí e incluso a Pedro Bigas... que ni siquiera entró ayer en una convocatoria que tampoco incluyó a Chico Flores, sancionado, ni a Joao Victor y Tejera por decisión técnica.

Morbo al margen, el equipo isleño necesita los tres puntos para emerger. No encadena dos triunfos seguidos en casa desde hace más de un año y necesita convertir Son Moix en un fortín inexpugnable para mantenerse con vida. Enfrente, el mejor Villarreal del curso.

Un bloque que ha recuperado el ánimo con el relevo de Molina por Garrido y que parece viajar a velocidad de crucero de la mano de Borja Valero, mientras De Guzman es un suplente de lujo.

Suma 10 de los últimos 15 puntos y visita un escenario al que tiene tomada la medida. De hecho, tras Real Madrid y Barça, es el equipo que más triunfos ha logrado en el Camí dels Reis (5) y solo ha sufrido una derrota en Palma en la última década...

Al margen de la incógnita del lateral diestro -es probable que repita con Martí Crespí- Caparrós apostará de nuevo por su once de gala, un bloque en el que no tienen cabida ni Alfaro ni Ogunjimi, los dos fichajes más caros del «proyecto Serra».

El Mallorca necesita mejorar. Cambiar la dinámica y no encogerse cuando se adelanta en el marcador. De hecho, es el equipo al que más partidos le han remontado -cuatro, tres de ellos en casa- y su apuesta por la efectividad y el sistema defensivo en detrimento del espectáculo y el juego tampoco se está traduciendo en buenos resultados. Ni mucho menos.