Cerdà, Serra y Cladera, ayer en Cort. | Jaume Morey

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Película Lluís Sitjar: toma 25. Escena: entrar en Cort sin ser vistos para evitar un nuevo esperpento. Resultado final: otra toma falsa...y van. La cúpula del Mallorca, entiéndase, el vicepresidente del club Serra Ferrer, el presidente Jaume Cladera y el consejero Biel Cerdà acudieron ayer al Ajuntament de Palma para entregar nueva documentación que acredite que los inversores con los que ha contactado el club para levantar un nuevo Lluís Sitjar tienen solvencia económica para afrontar el proyecto.

Conscientes en el Mallorca del esperpento que rodea su forma de actuar en este proyecto, se decidió evitar todo contacto con los medios informativos ocultando la cumbre que mantuvieron en el despacho del alcalde con el propio Mateu Isern; el primer teniente de alcalde, Álvaro Gijón y los responsables de deportes, Fernando Gilet y Urbanisme, Jesús Valls.

En el ‘hall' de Cort, Ultima Hora captó la entrada de la cúpula del Mallorca, lo que motivó que la SAD Balear moviese ficha y comunicara a todos los medios vía SMS que en ese preciso momento -algo absolutamente ilógico en una entidad organizada- se producía «una visista al alcalde de Palma por parte de una representación del consejo de administracion del club». Este periódico destrozó los planes de Serra que pasaban por mantener en secreto el cónclave, pero a su vez mantener vivo ante Cort su proyecto de construir un nuevo Sitjar.

El Mallorca quiere ganar crédito ante Cort consciente de que lo ha perdido casi en absoluto y ayer entregó un documento en el que se explicaba que el grupo inversor interesado en construir el nuevo Sitjar es Multicorporation, empresa afincada en Holanda y que ayer, según Cladera, se informó a Cort «de su solvencia económica, explicando quiénes son, qué capital tienen y de qué historial de centros comerciales disponen para que el Ajuntament lo contraste». Por su parte, Jesús Valls, no fue tan lejos y volvió a mostrarse mucho más prudente. El regidor de Urbanisme la definió como «una carta de intenciones» añadiendo que únicamente este grupo inversor «está interesado en estudiar el proyecto que se les presenta y por tanto los técnicos de esta empresa va a poder consolutar aspectos urbanísticos».

¿En qué se avanzó realmente ayer? En nada o casi nada. Fue una reunión para planificar nuevas reuniones y poca cosa más. «Hay que ponerle un poco de sentido común a todo esto porque el mallorquinimo lo espera...» dijo Valls. «Es el club quien debe dar señas y hacer verosímil el proyecto», añadió el regidor de Urbanisme. Al final, para tan poco contenido, no hacía falta tanto misterio. Fue otra toma falsa y van...