El etrenador del Real Mallorca, Joaquín Caparrós. | Joan Torres

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Joaquín Caparrós mantiene elevada la guardia. A las puertas de su primera función como visitante a cargo del Mallorca, el utrerano tiene muy claro que el fútbol se basa en rachas y que la depresión que ha congelado la evolución del Atlético de Madrid en las últimas semanas tiene una fecha de caducidad, probablemente muy próxima.

El entrenador bermellón sabe también que para que su formación se traiga algo positivo en el equipaje de vuelta debe emplearse «con el máximo convencimiento» e «intentar hacer un buen partido en todos los conceptos» entre los muros del Calderón, donde los baleares se encontrarán «frente a un equipo que tiene muy buenos futbolistas y una magnífica plantilla».

«Todos tenemos rachas pero como tienen buena calidad, los delanteros son racheros y esperemos que no la rompan ante nosotros», explica Caparrós a la hora de radiografar el mal momento de los rojiblancos. «Son jugadores con hambre y están en una fase lógica», añade.

El preparador bermellón tampoco le concede demasiada importancia al hecho de que los rojiblancos acudan al partido tras sufrir una cruel derrota en Udine. «El profesional desconecta rápido. Con un resultado negativo tiene que intentar conseguir la alegría para su gente y para ellos mismos, por lo que hay que estar pendientes de hacer un buen partido en todos los sentidos, mejorar las situaciones en las que sabemos que se encuentran nuestros defectos y transmitir que queremos conseguir un resultado positivo», argumenta. Además, atribuye la ausencia de victorias en las últimas estadísticas rojiblancas a que «están en formación» y matiza que «con la calidad, hambre y afición, seguro que irán creciendo».

Balón parado

La mayor preocupación de Caparrós a la hora de analizar al Mallorca sigue siendo su debilidad a balón parado, donde el equipo ha sufrido una sangría importante que le ha costado ya cinco goles en contra en las últimas jornadas. «Debemos hacernos fuertes en estas situaciones. Falcao es un jugador que domina el juego por alto y eso nos obliga a ser fuertes. El equipo contrario contará con este tipo de jugadores específicos pero si somos sólidos y sabemos lo que tenemos que hacer ante este tipo de acciones trataremos de contrarrestar su potencia aérea».