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La Federació de Penyes del Mallorca no va a ceder un solo milímetro en su cruzada. Indignados con la gestión y el comportamiento de Biel Cerdà, las asociaciones rojillas siguen exigiendo su cese inmediato y así se lo comunicaron ayer a Llorenç Serra Ferrer durante una tensa reunión que se prolongó durante dos horas y media y a la que también asistió el citado consejero. Las peñas, que ya expresaron el jueves su malestar a través de una carta abierta, le lanzaban un ultimátum y esperan que el lunes, durante el encuentro que mantendrá el órgano de gobierno de la entidad, se escenifique de una vez su salida.


Las peñas bermellonas no parecen dispuestas a que Cerdà, a quien señalan como «un foco continuo de conflicto que ha erosionado notablemente la imagen de la entidad», siga alargando su estancia en Son Moix. Se lo hicieron saber esta misma semana al presidente y ayer, en medio de un intenso careo, endurecieron su discurso con el máximo accionista del Mallorca como testigo. La Federació, representada en el cónclave por su presidente, Rafel Martorell, su vicepresidente, Pello Amengual y su secretario, Pep Roig, expuso su enfado por la manera de actuar de Cerdà y le reprochó la actitud que ha mantenido ante ellos desde que accedió al club. El responsable de patrimonio reconoció todos sus errores, aunque eso no impidió que la postura de los peñistas se modificara. De hecho le concedieron sólo unos días más de plazo (hasta el lunes) para que recapacite y abandone el cargo que desempeña.


Una de las principales causas del enfrentamiento apunta directamente al proyecto del Lluís Sitjar, que en un principio había contado con la bendición de las peñas. Sin embargo, a éstas no les ha convencido el camino que ha tomado Cerdà y señalan que «su gestión únicamente se puede calificar de esperpéntica». Según la misiva remitida a Serra Ferrer, el consejero «no sólo ha engañado a los seguidores de nuestro club, sino también a las principales instituciones de esta Comunitat, especialmente a los responsables del Ajuntament de Palma. El descrédito sufrido con este asunto es inadmisible y es uno de los principales argumentos que sustentan nuestra petición de cese inmediato de Gabriel Cerdà».


Al margen del caso del nuevo estadio, la Federació de Penyes también manifestaba su «asombro, sorpresa e indignación ante asuntos referidos al escudo y la mascota del club, elementos profundamente arraigados y que, bajo ningún concepto, pueden ser utilizados para mercadear o abrir nuevas confrontaciones». Igualmente censuran «abiertamente el trato humillante y vejatorio dispensado a algunos empleados de la entidad».
Por otra parte, ayer aparecieron una serie de pintadas en los alrededores de Son Moix en los que exigía la marcha de Cerdà y en los que se criticaba la línea de actuación del consejero alemán Utz Claassen.