Pedro Terrasa, saliendo ayer de Son Moix.

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«O se va él [Pedro Terrasa] o nos vamos nosotros». Esta frase la pronunciaron a coro los consejeros Miquel Coca y Biel Cerdà el pasado viernes a la salida de Cort. Dos días después, ni se ha marchado Terrasa y ellos continúan en las oficinas de Son Moix. Olvidaron medir sus palabras y las consecuencias que tendrían. Por eso ahora les han ordenado que estén callados.

Durante el largo cónclave de ayer en Son Moix, ambos tuvieron que pedir públicamente disculpas a Terrasa en el seno del consejo, aunque difícilmente todo volverá a ser como antes.

Acusado de desleal, conspirador, filtrador y desestabilizador, Terrasa prefirió guardar silencio en todo momento, mientras los medios de comunicación aireaban el odio de los consejeros hacia la figura del director general, que ha sido quien ha ido poco a poco resolviendo los problemas que han sido incapaces de resolver Serra, Coca y Cerdà. Los casos Webó y Laudrup son algunos ejemplos.

Lealtad

«Pedro Terrasa ha expresado su lealtad al consejo y al proyecto manifestación que ha sido aceptada por todos los consejeros. Cerdà y Coca presentaron sus disculpas y a partir de ahora hemos decidido dirimir las diferencias que pueda haber en el seno del consejo y lamentamos la imagen proyectada estos últimos días», manifestó Jaume Cladera respecto a la crisis abierta por dos de sus consejeros.

Cerdà y Coca finalmente han dado varios pasos atrás, agachado la cabeza como niños malos que han hecho una travesura y su posición en el consejo es ahora muy débil. Terrasa continúa en el club y ellos también, esa es la conclusión final y con la que se queda la afición del Real Mallorca. Serra tampoco defendió a sus dos fieles adoctrinados explicando que «no se puede tomar color hacia un sitio u otro» y se escudó en que hay que estar juntos para sacar adelante el proyecto. Finalmente las acusaciones graves que lanzaron Coca y Cerdà contra Terrasa no ha podido probarse en ningún sentido, se trataba de una conspiración virtual motivada no se sabe bien por qué, pero que ha reforzado la posición del director general en el seno de la institución y dejada la credibilidad del secretario del consejo y del consejero de patrimonio bajo mínimos. Mucho tendrán que trabajar par recuperarla porque la solución de «o él o nosotros» finalmente se ha quedado absolutamente en nada. «El club está por encima de todos», recordó Serra, aunque en esta crisis quien no ha hablado ni dado su versión ha sido precisamente Pedro Terrasa.